Mientras en Andalucía se exhumaban los restos de Queipo de Llano de la basílica de la Macarena, en pleno siglo XXI y a ochenta y tres años de distancia del final de la guerra civil española, los ciudadanos de este país, supuestamente democrático, tenemos que soportar todavía el homenaje dedicado en Madrid por su alcalde a la nefasta figura de Millán Astray, el militar creador de la legión y el que fuera instigador además de “muerte a la inteligencia”, según su criterio puramente castrense.
Almeida no tiene ni idea de la repercusión que su actitud ha tenido entre todos aquellos que como yo mismo han rechazado siempre de pleno el golpe de estado orquestado por aquel nefasto general Franco y sus colaboradores más siniestros para acabar con la segunda república.
Como canario que soy, aún me duele mucho más la reunión mantenida por el dictador en vísperas del golpe, con todos aquellos generales en el monte de las Mercedes para ultimar los detalles de la sublevación, además de la afrenta que supuso el famosísimo trayecto del general Franco a bordo del Dragon Rapide desde Canarias hasta la península para incorporarse a su maléfico destino que se saldaría, después de tres años de cruentas luchas, con miles de muertos en los campos de batalla por su responsabilidad manifiesta en los hechos consumados que posteriormente no pudieron imputársele y que dieron comienzo, no nos olvidemos, en un bello paraje de la isla de Tenerife en Canarias.
Sin embargo y a pesar de todo, en Santa Cruz de Tenerife, para vergüenza democrática, en la confluencia de las Ramblas y la calle Francisco La Roche permanece incólume el monumento dedicado a la Victoria y conocido popularmente como el monumento a Franco, sin que nadie, ningún político en activo, haga nada por desmantelarlo como sería preceptivo en una democracia consolidada como de la que presumimos, a pesar de una monarquía también impuesta a su muerte por el dictador en un paquete de medidas cautelares para su causa y que dejaría para la posteridad “atado y bien atado”.
zoilolobo@gmail.com
Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
Es una vergüenza que aún haya monumentos dedicados al genocida dictador. Hasta en El Ferrol se quito una escultura del caudillo montado en un caballo.
Canarías aunque no participó en el conflicto, la represión que tuvo una vez finalizada la guerra fue brutal y no se tiene que olvidar.
“A las inmediaciones de la Sima, ubicada en lo alto de los campos de volcanes de Jinámar, llegaban de madrugada camiones cargados de represaliados con cuerpos lacerados por las torturas. Allí los hacían bajar y caminar un trecho de montaña hasta llegar al agujero volcánico de 80 metros de profundidad donde los arrojaban y los hacían desaparecer.” …
Sacado de este artículo de gran interés…https://www.eldiario.es/canariasahora/premium-en-abierto/franquismo-represion-canarias-entrevista-laberinto-terror-francisco-gonzalez-tejera_128_2280046.html