Pese a la eficacia demostrada de las distintas vacunas, la Covid-19 todavía se reíste a abandonarnos definitivamente. Muchos son los que aún piensan que el virus se diluirá para siempre coincidiendo con el final del verano y no con las medidas de seguridad que, sobre todo, se recomiendan para la mayoría de jóvenes que aún hoy se manifiestan ebrios de alcohol durante y a lo largo de los muchos y distintos “botellones” escampados por toda la geografía española y amparados en la oscuridad tentadora de las noches estivales donde todos los gatos son pardos.
Cómo la gata sobre el tejado de zinc, sus señorías se solazan en sus distintos puntos de veraneo, alejados del mundanal ruido y ajenos a los requerimientos de todos aquellos que ya no pueden soportar por más tiempo el aumento de sus alquileres, ni tampoco el exorbitante pago del consumo eléctrico para beneficio de los fondos buitres y las eléctricas, respectivamente. Todo ello a pesar del retén establecido en el seno del gobierno, pero que, por sí solo, no da abasto a tanta demanda planteada por parte de los usuarios que por lo que respecta al consumo eléctrico, se ven y se las desean para establecer una franja diaria asequible en el uso de los electrodomésticos en sus respectivos hogares con tal de ahorrar algún kilovatio/hora en su propio beneficio.
¡Qué descansada vida la que huye del mundanal ruido…..! ¿Verdad, señorías?
Al padre Ángel C. Vega no le falta razón cuando analiza con detenimiento y con estas palabras la conocida oda: “Lo está tanto (aquel que huye del mundanal ruido) del ruido de las controversias humanas como del mundo de la realidad palpable”
Efectivamente. La realidad palpable no es otra en España que la que sufren los miles de desfavorecidos mientras unos pocos se jactan con descarado entusiasmo de defraudar al fisco, de estafar al prójimo, de ignorar impuestos, etc., etc., y, sobre todo, de enriquecerse descaradamente a costa de las necesidades más perentorias del ser humano. Por si fuera poco, lo peor para todos estos perdedores estriba en que jamás podrían huir de ese mundanal ruido que les acecha a diario. En cualquier otro lado también encontrarán, irremisiblemente, las mismas controversias humanas que sólo políticos de la talla humana que se necesitan en estos casos no se encuentran hoy por hoy al alcance de ningún gobierno salido de unas urnas.
zoilolobo@gmail.com
Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
