Los ciudadanos españoles, de Galicia a Cataluña, del País Vasco a Andalucía o de Ceuta y Melilla a Canarias deberíamos hacer un análisis de cómo somos y cuál es nuestro comportamiento. Presumimos de demócratas y de respeto a las libertades individuales y todo es mentira.
Es sorprendente escuchar las conversaciones de uno y otro lado, las descalificaciones que se vierten sin el menor rubor. Dentro de cada español hay un dictador encubierto, por mucho que se disfrace de demócrata.
En la última década pululan por nuestro país una serie de personajes dedicados a la política, cultura, medios de comunicación, empresa, etc., que lo único que buscan –consciente o inconscientemente– es intoxicar a la opinión pública.
Pondré unos ejemplos que creo son lo suficientemente gráficos para entender mi postura. Ruego intenten ser lo más objetivos que su intelecto les permita y no sufran un recalentón de las neuronas en la primera frase.
Resulta que para un sector de la población los votantes de derechas son todos fascistas, todo ello alentado y aireado por políticos harto conocidos y amplificado por sus medios afines. Si nos vamos al lado contrario escuchamos que la izquierda, los rojos comunistas pro bolivarianos son el demonio que destruirá nuestra patria. Exactamente igual que con los anteriores, los medios afines nos vuelven la cabeza loca con sus soflamas anti socialistas y comunistas.
La monarquía es la madre de todos los males, los monárquicos son imbéciles e idiotas. Ser monárquico es lo mismo que ser un tarado mental. Vale, y desde el otro lado se buscan ejemplos de republicanos que no son nada edificantes en la historia de nuestro país. Eso es un hecho y está reflejado en la historia de España y Europa.
Si nos metemos con los casos de corrupción, o presunta corrupción, en los partidos políticos mejor los metemos a todos en un saco y los llevamos a la Audiencia Nacional. ¿Por qué piensan que los ciudadanos somos idiotas? A ver si va a ser verdad que somos idiotas y es cierto que nos creemos todas las memeces que largan en sede parlamentaria o en sus entrevistas de salón.
Los políticos, y sigo con ellos, faltándose el respeto de la manera que lo hacen el Congreso o el Senado lo único que están haciendo es faltar el respeto a la población que les ha puesto allí. Es intolerable que una ministra conteste a un grupo político por obligación, que un portavoz insulte a un parlamentario por el pasado de su padre o que pasen por el forro de sus caprichos la Constitución. Seguramente el sustancioso sueldo que les llega cada mes no se lo pasan por el forro.
Nos toman el pelo lamentando la muerte de un terrorista de una banda asesina. Nos ningunean cuando pueden prometer y prometen…que cuando llegarán al poder harán lo que les sale de los timbales.
Nos prometen una nueva Ley de Memoria Histórica que espero y deseo sea respetuosa con ambos bandos. En ambos lados se cocieron historias para no volver a repetir, pero me da la impresión que esta ley no es otra cosa que el revanchismo perenne que existe en España. Las dos Españas perduran en el tiempo y así no iremos jamás a ningún sitio. Estoy de acuerdo con cerrar este siniestro episodio de nuestra historia, pero nuevamente en falso… No.
La historia tiene que reflejar exclusivamente los hechos acaecidos y que quien tenga que pagar por su acción u omisión debe hacerlo. Aquellos que se hayan beneficiado de manera espuria por uno u otro lado también deberán rendir cuentas.
Mientras tanto, republicanos y monárquicos, estalinistas y fascistas, nacionalistas y unionistas, hombres y mujeres estamos codo con codo en nuestros trabajos intentando sacar un país que se va a tomar por el saco. En fin, así es España…un País de locos, nos arrancamos un ojo por ver al vecino ciego.-Confucio.