En ocasiones es preferible pecar por exceso de celo que por defecto. En el caso de que Mazón –en relación con la Dana– hubiera solicitado con tiempo suficiente la presencia inmediata de todos los medios disponibles y la Gota Fría no se hubiera presentado como era de esperar tampoco hubiera cabido ninguna razón para considerar un fracaso la falsa alarma despertada por el Presidente de la Comunidad valenciana. Pero, por desgracia, tuvo que ocurrir todo lo contrario; que la DANA se presentara no de improviso sino cuando la alarma no se hubiera tenido en cuenta con la debida antelación por parte del responsable del drama que sobrevendría más tarde y sin ningún medio al alcance para contrarrestarlo. Para cuando por fin, ejército, bomberos, UME, Guardia Civil, Policía Municipal, etc., hicieron acto de presencia, ya era demasiado tarde para socorrer a todas aquellas personas que, en un primer momento, fueron arrastradas por las corrientes de las riadas.
Mucho se ha especulado en los últimos días cual podría haber sido el papel jugado por los protagonistas políticos en sus respectivas competencias o donde pudo haberse roto la cadena de informaciones desde que los meteorólogos confirmaran la hora de la severa tormenta, pero pocos son los que, en tal sentido, se ponen de acuerdo en señalar al o a los culpables.
Como casi siempre ocurre, cualquier tragedia es susceptible de ser manejada en favor de intereses partidistas o económicos con tal de obtener réditos políticos que beneficien a unos en detrimento de los cientos de víctimas habidas en la catástrofe. En tal sentido, el Presidente del Gobierno ha sido el blanco elegido por la prensa y la perniciosa coalición PP-Vox quién a su vez habría destacado en el lugar a conocidos elementos violentos y desestabilizadores quienes, amparándose en la tragedia ya vivida, habrían arremetido, sobre todo, contra la comitiva del Partido Socialista encabezada por el mismísimo Pedro Sánchez.
En un futuro próximo podremos comprobar que tipo de comisionistas empezarán a pulular en torno a las millonarias ayudas del Estado así como a las muchas y distintas indemnizaciones de las compañías aseguradoras además del beneficio que puedan suponer las múltiples licitaciones que se prevén en las distintas infraestructuras de los municipios valencianos afectados por la DANA.
No cabe la menor duda de que Feijóo tendría mucho que decir al respecto; no en vano el Sr, Mazón pertenece a su propio partido y en particular Valencia ha sido siempre un feudo dónde los escándalos financieros habidos en el pasado dan buena cuenta de la talla moral de sus gobernantes. Léase, por ejemplo, Rita Barberá, Carlos Fabra, Correa, Camps, etc. Y ahora el negligente Mazón.
En cuanto a sus graciosas majestades los Reyes, no hay nada más que añadir como no sea el empeño que ambos pusieran en intentar mejorar la imagen y reputación que de ellos tiene un amplio sector de la población española. Y vaya si lo han conseguido: a base de besos y abrazos que eclipsaron la buena disposición de Sánchez en intervenir y dar consuelo a familiares y amigos de los fallecidos. Sin embargo, fue rechazado a insultos y a palos por unos cuantos conocidos profesionales de extrema derecha al servicio de los obscuros intereses de la coalición PP-Vox
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Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes