El ex alcalde de Garachico, ex presidente del Cabildo de Tenerife y ex presidente del Consorcio de la Isla Baja, Lorenzo Dorta García, superó el coronavirus: concretamente, dos neumonías y una insuficiencia respiratoria severa. Estuvo cuatro días en coma y más de sesenta días hospitalizado.
Lo de Lorenzo ha sido una lucha por la vida, una lucha titánica. Ayer hablé con él y el periódico Diario de Avisos publica hoy un resumen de esa conversación. Lorenzo reconoce que creyó que se moría, pero que al mismo tiempo le entraron unas tremendas ganas de vivir.
La suya es toda una historia de superación. Cumplió 81 años en el hospital Universitario de La Candelaria, cuyos médicos y enfermeros le salvaron la vida. Ya está en casa, algo mermado de facultades por los días de hospitalización y los estragos del coronavirus, pero fuera de peligro. Se ayuda de un andador para caminar y su recuperación plena durará otros 45 días, los necesarios para recobrar fuerzas y poder caminar sin ayuda. Pero ya en su domicilio.
Lorenzo hizo, en la entrevista, todo un canto a la familia. Recibió más de 3.000 llamadas y mensajes de gente interesada por su salud y no ha podido, naturalmente, contestarlos todos. Tiene palabras de agradecimiento para el personal sanitario que lo atendió en La Candelaria y su único objetivo ahora es su recuperación.
Lorenzo es un hombre muy querido en el seno de la política tinerfeña. Fue alcalde de su pueblo con veinte y pocos años y como responsable de carreteras del Cabildo hizo una ingente labor, hasta el punto de que su ausencia del cargo frenó el desarrollo de las vías insulares. Su último cargo público, que dejó hace más de un año, fue la presidencia del Consorcio de la Isla Baja.