Por Javier Jonás Díaz Hernández (*)
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Este es, a mi criterio, el titular que toda la Prensa de Canarias debería haber incluido en las ediciones de hoy
Las Rondallas de Tenerife demostraron ayer que el «Concurso de Rondallas 2015» es el inicio de una recuperación total de estos colectivos pioneros y genuinos del Carnaval de Tenerife.
Pese a quien le pese, las Rondallas están más vivas que nunca y su calidad no se puede poner en duda.
Desde la primera a la última ofrecieron el nivel más alto de los últimos años y va en progresión.
Repito, y nunca mejor dicho, en un día para celebrar, el 14 de Febrero de 2015, día de San Valentín, día de los enamorados, las 8 Rondallas del certamen enamoraron al público asistente, al radioyente y al televidente. Coro, orquestas, solistas y directores se pusieron de común acuerdo para dar un golpe sobre la mesa y decir sin palabras lo que Jesucristo a los familiares de su amigo Lázaro: «No está muerto, está dormido».
Y permítanme decirlo de forma coloquial, «Chiquito despertar, amigo».
La decisión del jurado es inapelable, pero a la vez tan criticable como respetable. En eso tenemos mucho que mejorar pero no nos corresponde a nosotros, sino a nuestros dirigentes que manchan con desdén el trabajo, el tesón y el buen hacer de estos grupos del Carnaval que algunos quieren echar en el olvido, y que año tras año demuestran que la calidad y la excelencia musical no es una utopía, ya es realidad.
Esto es amigos míos, compañeros de fatigas, rondallistas y rondalleros, solistas y directores, lo que a mí, un amante de esta vida, me hubiera gustado que la prensa reflejara en este día de resaca Rondallera.
No me queda otra cosa que añadir que la siguiente:
Felicidades a los premiados y a los que no, porque, a día de hoy, ganamos todos.
«Ganan las Rondallas, gana la música y gana el mejor carnaval«.
(*) Javier Jonás Díaz Hernández es Director de la Masa Coral Tinerfeña.
