En un soliloquio de poco más de dos minutos, Jesús Quintero hablaba sin reparos sobre lo que le parecía la gran catástrofe de nuestro tiempo: el culto a la ignorancia. El loco de la colina tuvo el desparpajo de proclamar ante las cámaras de televisión que, “antes la incultura se vivía como algo vergonzoso, pero ahora incluso se alardea de ello”. Como siempre, este Perro Verde se dirigía en un lenguaje claro y sencillo, pero sin miramientos y eufemismos.
Las verdades duras y expresadas en un lenguaje hosco suelen levantar ampollas, el polémico periodista decía que siempre ha habido analfabetos, pero los de hoy son peores porque sí han podido tener acceso a la educación, pero esta les importa nada. Decía Plutarco “aquel que nos critica de frente para mejorarnos, en lugar de halagarnos en público para asaetarnos a nuestra espalda”, esta afirmación debería ser tenida en cuenta y que las nuevas generaciones se olvidaran de la adulación sibilina y populista, deben preocuparse por adquirir conocimiento.
Es lamentable que el sentido crítico haya pasado a mejor vida y los súbditos caigan en las garras de la vulgaridad y el adoctrinamiento más esperpéntico. Se debe defender por encima de todo a la cultura de la Humanidad que está siendo despreciada por la tontuna más generalizada.
La vulgaridad se ha instalado en nuestra sociedad; los clichés y estereotipos nos bombardean por todas partes intentando colonizar nuestras mentes y nuestras ideas. Facilidad, subvención, gratuidad, presunción…pereza mental. Decía Voltaire en sus Cartas filosóficas: “Hay que desconfiar de lo que se cree comprender demasiado fácilmente tanto como de las cosas que no se entienden”.
Nuestra sociedad se ha poblado en las últimas dos décadas de personajes clonados por el poder establecido. Pensar en ideologías es una idiotez… el fin de todas ellas es el mismo. La cultura es un bien al alcance de todos los que quieran estirar el brazo para coger el libro correspondiente y beber de la fuente de la sabiduría. Espero que siga siendo así y no sea cercenado por los poderosos ansiosos de controlarnos.
Las nuevas doctrinas a nivel mundial nos están llevando a un pensamiento único y vomitivo. Los líderes –o eso creen ellos serlo– nos van marcando el camino y nosotros “corderos mansos” vamos dando el así sea sin rechistar. No se preocupa el populacho en cuestionar el adoctrinamiento de esta chusma poderosa y que convergen desde la izquierda y la derecha en un único objetivo.
Los aconfesionales, agnósticos, ácratas, comunistas… siempre critican a los católicos o musulmanes por su culto a una supuesta deidad. ¿Han pensado todos estos progres, católicos recalcitrantes, comunistas de medio pelo, subvencionados y demás ganado que, toda esta chusma agendada en el dos mil treinta quiere que seamos mononeuronales? ¿Es que no se dan cuenta que pretenden convertirnos en el “rebaño de los nuevos dioses”? En fin… lean más y vean menos la tele, procuren ser menos ignorantes. –Confucio.