domingo, septiembre 8, 2024
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La mujer del César

  • A buen entendedor, con pocas palabras basta

«La mujer del César no solo debe ser honesta, sino además parecerlo» es una frase de origen latino que se utiliza para resaltar la importancia de resguardar las apariencias y la percepción pública en cuestiones de honor y ética. Como todos sabrán, esta frase tiene su origen en una anécdota histórica relacionada con Julio César, el famoso general y dictador romano, y su esposa Pompeya.

Según el historiador Suetonio, en su obra «Vida de los doce césares«, un joven llamado Publio Clodio Pulcro, disfrazado de mujer, se infiltró en la casa de César durante la celebración de un ritual religioso exclusivo para mujeres, conocido como la Bona Dea. Fue descubierto y esto generó un gran escándalo. Aunque no se pudo probar que Pompeya estuviera involucrada en algo inapropiado, César decidió divorciarse de ella.

Cuando se le preguntó por qué había tomado esta decisión, César respondió con la célebre frase: «Mi esposa no solo debe ser honrada, sino también libre de sospecha«. Con el tiempo, esta frase se simplificó y popularizó como «La mujer del César no solo debe ser honesta, sino además parecerlo«.

Esta anécdota y la frase resultante destacan la importancia de la percepción pública y la necesidad de mantener una apariencia de integridad, además de la integridad misma. En el contexto moderno, esta expresión se usa para subrayar que, en ciertas posiciones o circunstancias, no basta con ser honesto; también es crucial evitar cualquier apariencia de deshonestidad o impropiedad.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, como también todos sabrán, esta expresión se utiliza en películas o libros para indicar que lo que se cuenta en este relato es una historia ficticia y no está basada en hechos reales. –Confucio.

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