sábado, diciembre 14, 2024
InicioEL RINCÓN DE CONFUCIODicotomía valenciana

Dicotomía valenciana

  • Una de las dicotomías éticas y filosóficas más recurrentes y antiguas es aquella que pone en contraste acciones, intenciones o valores que se consideran morales frente a otros que presuntamente no lo son, lo que está bien o mal según las interpretaciones de cada individuo o colectivo

En las últimas semanas la comunidad valenciana ha sido protagonista de esta dicotomía típica; los que piensan que unos lo han hecho bien y los que lo ven de manera contraria. Lo más lamentable es que, entretanto, los afectados por la enorme barrancada continúan a día de hoy intentando recuperar la normalidad.

Es más que evidente la inacción y la torpeza de la Generalidad valenciana por no avisar lo antes posible a la población, es posible que se hubiera podido evitar desplazamientos innecesarios y así evitar algún fallecimiento. Es algo que llevarán siempre sobre sus espaldas o conciencias los responsables que no fueron diligentes y provocaron este caos organizativo.

Está también muy claro el interés del gobierno central en poner el foco en sus enemigos políticos valencianos y cargar contra ellos sepultándolos en su propio lodo. Olvidan que la inacción del ministerio del interior con su retraso también fue lamentable y probablemente también sean responsables que algún caso crítico se haya visto agravado considerablemente. Si el máximo responsable de España detecta que desde una autonomía se es incapaz de sacar adelante una situación catastrófica su obligación, como marca la ley es tomar las riendas.

Utilizar por ambos “bandos” una catástrofe de esta naturaleza deja bien a las claras la catadura moral de los políticos que nos está tocando sufrir. La comunidad valenciana está sufriendo lo que he querido denominar “dicotomía valenciana”; mientras unos van de paseo a manifestarse por la zona turística del centro y pedir dimisiones y responsabilidades a los pésimos políticos que tienen al frente, miles de personas de toda España estaban limpiando lodo como voluntarios o personal de emergencias.

Verdadero asco es el que he sentido por los medios de comunicación. Un espectáculo lamentable acusándose unos y otros de difundir bulos y noticias falsas. Verificándose unos y otros y demostrando que se han comportado, muchos de ellos, con una falta de profesionalidad y ética que raya lo miserable. En este punto quiero destacar a todos los profesionales que se desplazaron con mayor o menor acierto a ayudar pero, también quiero denostar a los que desde el calorcito de sus platós se dedicaron a lanzar basura sobre sus compañeros. ¡Vaya espectáculo!

Por último, querría destacar la inacción y el perroflautismo imperante. Gracias a las políticas ecologistas millones de metros cúbicos de agua, lodo, cañas y arbustos arrasaron parte de Valencia. Los agricultores se quejan amargamente que no les dejan mantener los cauces limpios de maleza y obstáculos que, como en este caso, han provocado el caos y muerte. Desde hace más de medio siglo no se han llevado a cabo políticas hidráulicas para evitar la catástrofe, que más tarde o más pronto volverá a ocurrir. Que sea más leve ya sabemos de quién dependerá, de usted y de mí, que a fin de cuentas somos los que damos carta blanca a esta panda de incompetentes. –Confucio.

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