miércoles, octubre 9, 2024
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Móviles y cultura del esfuerzo

La disminución de la atención en las clases de Enseñanza Media está directamente relacionada, con el uso inadecuado de los móviles, por una considerable parte del alumnado. No es algo que se pueda negar, ya que existen estudios e investigaciones que lo demuestran, sin lugar a duda. Además, es algo que salta a la vista, ya que los profesores con su observación sistemática lo notan. También es cierto que los docentes hacen lo humanamente posible, con el fin de lograr que se use bien el móvil en la didáctica de clase, pero es una tarea que se vuelve imposible, por la ya explicado.  La única solución real y efectiva es que los estudiantes no puedan usarlos en clase. Que puedan tenerlos guardados en sus mochilas y usarlos al salir de los centros educativos, después de cada jornada de clases para comunicarse. En Francia han optado por prohibir y no se admite que los alumnos entren con móviles en los liceos o institutos. Es entendible. Con la proyección de contenidos a través del ordenador de cada aula, los profesores pueden complementar sus enseñanzas de forma más que suficiente. Además, con el uso de materiales escritos, libros, apuntes, fichas, etc., los estudiantes de secundaria pueden aprender y formarse de un modo adecuado. El refuerzo de la comprensión lectora es esencial, ya que una parte considerable de la población no lee y esto incluye también a muchos adolescentes. El desarrollo de la capacidad creativa y de la originalidad se potencia, con el hábito de la lectura, lo que contribuye también a un desarrollo real de la expresión escrita y oral.

La búsqueda de información se puede realizar también con materiales escritos, en las propias clases. No sirve de nada que los estudiantes copien contenidos de los móviles, porque en unas horas o días los habrán olvidado y no podrán relacionarlos con lo que ya saben. Se trata de que sean originales, que se expliquen con sus propias palabras y que, entre otras cosas, comprendan de verdad lo que lean. Además, es fundamental que sepan ser autónomos al aprender.

Muchos estudiantes no leen nada y esto influye negativamente en su rendimiento académico. Actualmente, la tendencia general es que la vida solo consista en estar pegados a pantallas y esto no debe ser así. La realidad es que cada vez se observa que, muchos adolescentes y jóvenes están muchas horas cada día pendientes exclusivamente de los dispositivos digitales, por pura diversión. Es deseable que entiendan que se debe organizar el tiempo de cada día de una forma racional, con margen para los imprevistos, para un adecuado aprovechamiento del tiempo disponible de cada día, ya que no es ilimitado. Es preciso insistir en la cultura del esfuerzo, como dice la legislación educativa.

Los resultados no se logran de forma mágica. Desde niños es imprescindible, a mi juicio, que se eduque en la cultura del esfuerzo y esto no se hace. La constancia, la tenacidad y la perseverancia son valores éticos, que conducen a grandes resultados, en todos los aspectos de la vida. Mucha gente no lo quiere entender y no lo acepta, pero es la verdadera realidad de las cosas y del funcionamiento del mundo. Es el precio a pagar, para poder lograr grandes resultados, no existen otros procedimientos válidos. También es cierto que, una parte de las personas lo saben, y se esfuerzan realmente.  Se puede ser conformista y tener una existencia monótona y aburrida o todo lo contrario, depende de la mentalidad de cada individuo. Se puede ser creativo, por ejemplo, para tener una vida plena. La existencia es, en realidad, una aventura ya que no existe una absoluta seguridad, en todo lo que hacemos. Un cierto nivel de riesgo es consustancial a la propia vida y no se puede hacer nada al respecto. La vida es lucha y el que no lo acepte está equivocado. Considero que debemos luchar por nuestros sueños, por perseguirlos y si no lo hacemos nos arrepentiremos en el futuro o al final de la vida. Se puede entender la vida como un juego, pero también la actividad lúdica requiere esfuerzo. De hecho, desdramatizar la existencia es compatible con el deseo de actividad, con los deseos, ilusiones, metas, proyectos, objetivos y viajes que hacen más apasionante el trayecto vital. Se trata de pensar en grande y tener más confianza en nosotros mismos, en lo que somos capaces de hacer para sacar lo mejor de nosotros mismos y ser más felices. De eso se trata, nada menos.

Doctor en Filosofía por la UNED

Licenciado en Ciencias de la Educación por la UNED

 

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