REFLEXIÓN
Nada es permanente. Mañana reanudamos la vida, siempre con cada mañana. Las ruedas de la vida giran. Las flores se abren y mueren. El bien que hacemos en los tiempos complicados, es una semilla que plantamos de modo que la cosechen otros.
El mal es un orificio sombrío en la creación, allí donde el bien pueda haber florecido.
Recuerda siempre que la Religión es el bien que uno hace en los momentos difíciles. Nada más ni menos.
Tomás Cano Pascual
