Como era previsto esta empresa empieza con un cambio de nombre, o lo que es lo mismo empieza con mal pie.
Yo fui convocado por ASHOTEL para poner en marcha un proyecto de compañía aérea en Noviembre, hace dos años.
Una reunión con unos hoteleros y su presidente el señor Marichal. Ninguno de los hoteleros tuvo la dignidad de presentarse por lo que uno estaba a oscuras sin saber quiénes eran y que representaban. Una falta de cortesía y de prepotencia absoluta.
Nunca he creído que unos hoteleros sean capaces de gestionar una compañía aérea pero en fin solicitaron mi presencia, probablemente no les gusto mi persona o trayectoria vayan ustedes a saber. Ahora la situación ésta, agravada porque los intereses de una línea aérea chocan de frente con los hoteleros.
Todos, lamentable, llevan tiempo sin volar por la pandemia pero no es del todo cierto, hay compañías que se han buscado la vida para operar en otros continentes mientras ha durado la pandemia, ya sea en carga o de cualquier otra forma.
Todo ello me recuerda cuando fui presiente del área aeronáutica de Hoteles OASIS en Cancún. Allí cree tres compañías aéreas una en México otra en Estados Unidos, en Atlanta concretamente y la española Oasis, que ya existía; el objetivo era llenar los aviones con pasajeros que fueran todos alojados en nuestra planta hotelera mexicana. Lamentablemente esta política hotelera/aeronáutica no sirvió de nada, sólo al inicio hasta que los Tour Operadores americanos y canadienses se cansaron de la hipoteca que suponía alquilarnos los aviones.
El hotelero se siente refugiado entre sus hoteles sobre todo si son en propiedad pero el mundo del transporte aéreo no funciona así.
Si quieren recuperar su inversión tendrán que poner al frente alguien que sepa gestionar una línea aérea de lo contrario están abocados al fracaso ellos y los estamentos políticos que están apoyando esta desventura. Demasiados egos revueltos.
Tomás Cano Pascual
Asesor de líneas aéreas
Delegado para Europa de Air Panama
Fundador de Air Europa