Comienzo a escribir estas líneas cuando nuestros reyes, Felipe VI y la reina Letizia, acaban de regresar de su décimo cuarto viaje de Estado, un breve pero fructífero periplo, de 48 horas apenas, que los ha llevado hasta Angola. Se trata del primer viaje oficial que nuestros reyes realizan a África subsahariana juntos, aunque ambos ya han visitado la región por separado. Es forzoso recordar que Felipe VI estuvo en Etiopía en 2015, donde participó en la 24º cumbre de la Unión Africana y celebró, además, su primer cumpleaños en el trono. La reina, por su parte, ya conoce Senegal y Mauritania, países muy cercanos a Canarias, y también Mozambique, tan querido por España, tres países que visitó en 2017, 2019, 2021 y 2022.
Con este reciente viaje de Estado, Sus Majestades devolvían la visita oficial a España que el presidente de Angola, João Lourenço, y la primera dama angoleña, Ana Afonso Dias, realizaron en septiembre de 2021. Tuve el honor de participar en ese encuentro, como invitado a un almuerzo que la Casa Real ofrecía a nuestros ilustres invitados, y ser testigo de la excelente sintonía que une a nuestros gobiernos. Durante aquella visita, Don Felipe concedió el Collar de la Orden del Mérito Civil al presidente Lourenço y la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil a su esposa. Este encadenamiento de visitas mutuas de alto nivel tenía su antecedente más inmediato en el viaje del presidente Pedro Sánchez a Angola en el mes de abril de 2021.
El interés español por Angola no es cosa de hace dos días ni unilateral. Hay que señalar que este país forma parte del III Plan África y del Programa de Acción Foco África 2023 como país prioritario, pero que llevamos muchos más años cruzando visitas y colaborando. Sin ir más lejos, en 2017, Casa África organizó en Luanda, la capital angoleña, su Vis a Vis, una iniciativa para fomentar el conocimiento del panorama musical africano entre programadores de festivales y productores musicales españoles. También editamos sendas novelas de Pepetela y Luis Fernando, ambos autores angoleños de reconocido prestigio, y hemos organizado formaciones sobre el terreno y diferentes actividades para reunir a empresarios españoles y angoleños, además de dar a conocer la realidad del país en Fitur y otros foros dedicados a estos menesteres. La salud de nuestra relación es inmejorable.
En cualquier caso, la visita de los monarcas españoles a tierra angoleña está marcada por hitos singulares. Felipe VI es ahora el primer monarca europeo en hablar ante un parlamento nacional de África subsahariana y el presidente Lourenço correspondió a las atenciones de nuestros reyes concediéndole la Orden Agostinho Neto. Ambos fueron testigos de la firma de tres memorandos de entendimiento entre sus dos gobiernos en materia de deportes, industria 4.0 y escuelas diplomáticas y también ambos inauguraron el encuentro empresarial Angola-España, en el que participaron diecisiete ministros angoleños y 63 empresas de nuestro país.
La Casa Real informaba estos días de que Angola es actualmente el segundo suministrador de petróleo de España del África subsahariana, justo después de Nigeria. Tiene una de las tasas de crecimiento más altas del mundo en la primera década del presente siglo y es el segundo productor de petróleo de África y el cuarto de diamantes. De hecho, las exportaciones angoleñas de petróleo registraron un récord de ingresos brutos el año pasado con casi 40.000 millones de dólares y la venta de casi 400 millones de barriles. En el país se radican entre 35 y 40 empresas españolas, principalmente en el sector de la energía y las infraestructuras. Su potencial es enorme, como mercado de oportunidades para España, en sectores como construcción, ingeniería, sanidad o telecomunicaciones. De hecho, en el encuentro empresarial de este mes de febrero, destacó la representación española en sectores como la construcción, la ingeniería, el tratamiento de aguas o la alimentación, junto con la propia Liga, que pretende potenciar su presencia y venta de derechos en el país.
«Angola es para España un país prioritario por su estabilidad política y social; por sus recursos y buenas perspectivas económicas y por su activa diplomacia regional y multilateral. Pero, además, y es lo más importante, por los sólidos lazos que ya nos vinculan«, precisó el Rey en Luanda. El monarca, que hizo hincapié en la «sólida, larga y sincera amistad» entre ambos países, aseguró que “España está preparada para contribuir al crecimiento económico del país«. Yendo más lejos, Felipe VI subrayó la importancia que España otorga a África y afirmó que el continente es «vital para la prosperidad y gobernanza del mundo en este siglo«.
Es evidente que, desde nuestra institución, Casa África, nos congratulamos enormemente por estas palabras, que reflejan la voluntad política de nuestro país de reforzar las relaciones con ese continente al que nos dedicamos. Por mi parte, a título personal, no quisiera concluir este artículo sin incidir en la vertiente académica y cultural de esta visita de Estado, tan breve como productiva. En primer lugar, deseo reseñar la presentación de la Universidad Internacional de Cuanza, inaugurada en Cuito en 2021 y apoyada por la Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER), con la que nos une un convenio de colaboración. Como académico, no puedo resistirme a señalar la trascendencia de este «proyecto de cooperación hispano-angoleña, con vocación panibérica, que tiene como objetivo ofrecer a los estudiantes una formación integral basada en la excelencia y comprometida con las personas«. En segundo lugar, alabar la inauguración, que presidieron los Reyes, de una exposición de Joan Miró en Angola, una iniciativa que contribuye a dar a conocer nuestra cultura por esas latitudes magníficamente. También quisiera resaltar la visita que hicieron a la Asociación de Científicos Españoles en el Sur de África, un colectivo amigo, que lleva doce años trabajando en Angola con proyectos como CRESCER y FUTURO. El primero se centra en la desnutrición crónica infantil y el segundo, en educación y empoderamiento en el territorio de las políticas de salud sexual y reproductiva. Además, y para concluir este párrafo, quisiera detenerme un momento en el hecho de que Doña Letizia se reunió allí con mujeres líderes de la sociedad civil angoleña, en un encuentro en el que trataron la educación como factor de empoderamiento y en el que le acompañó la primera dama angoleña.
Deseo cerrar este texto con la petición del presidente Lourenço de que los empresarios españoles inviertan y creen trabajo y prosperidad en su país y de que España utilice su posición, en la presidencia rotatoria de la Unión Europea, que ostentaremos en la segunda mitad de este año, para priorizar apoyos que ayuden a Angola a recuperarse del impacto de la pandemia. El Plan de Desarrollo Nacional de Angola ofrece perspectivas inmejorables en el primer caso y nuestra inmejorable relación abre las puertas en el segundo.
La actual situación geopolítica ha logrado que África se sitúe en primera línea de las relaciones internacionales, gracias a sus recursos y a una influencia que se le concede a cuentagotas y regañadientes. Todos los expertos que llevan años afirmando que el futuro (y el presente) es africano se frotan las manos hoy en día, felices porque sus predicciones –basadas en la demografía, los recursos, la juventud, el potencial inmenso en todos los campos- ocupan las primeras páginas de los periódicos y centran cada vez más debates. Olvidado el ostracismo al que sometimos a ese continente durante la pandemia, parece que el mundo entero se vuelve hacia él, luchando por sus favores, sus negocios, siempre sus recursos. Parece que los africanos están dispuestos a exigir más por su atención y considero que España puede y debe beneficiarse de esa actitud más selectiva de los líderes de ese continente. Angola es un ejemplo magnífico de cómo podemos marcar la diferencia.
José Segura Clavell
Director general de Casa África
Fotografía de grupo de Sus Majestades los Reyes con los parlamentarios de la Asamblea Nacional de Angola./© Casa de S.M. el Rey