La compañía Lufthansa y su filial Eurowings han cancelado casi mil vuelos para el mes de julio por la falta de personal; las secuelas del coronavirus siguen provocando estragos en la aviación europea, las compañías han optimizado sus recursos abaratando costes en personal y subiendo el precio de los billetes, pero con unos resultados muy cuestionables.
Según los medios especializados del sector los vuelos cancelados por el operador alemán han sido domésticos y europeos de corto radio, las operaciones afectadas deberían haberse realizado los fines de semana. Según la empresa Lufthansa: “Toda la industria de la aviación, especialmente en Europa, sufre actualmente cuellos de botella y escasez de personal” y añade “Esto se aplica a los aeropuertos, los servicios de asistencia en tierra, el control del tráfico aéreo y también a las aerolíneas”.
Como en todos los sectores productivos, los trabajadores de aerolíneas y personal de asistencia en tierra se vieron obligados a reubicarse en otras ocupaciones productivas; en este momento no están lo suficientemente motivados para regresar lo que está provocando la falta de personal cualificado para poner en vuelo todas las rutas que se ofertan.
A medida que aumenta la demanda las compañías aéreas se apresuran a agregar asientos y vuelos y no tienen en cuenta la falta de personal para atender la alta demanda. Era de esperar que con la llegada del verano en Europa se produjeran estas situaciones, caos en aeropuertos británicos y en los destinos que generan turismo en el sur de la Unión.
A todo el lío británico y germano se suma el de Países Bajos. A finales del pasado mes el portavoz de KLM dijo: “fijar límites a la venta de billetes era necesario para recolocar a aquellos que habían perdido sus vuelos debido al caos”. Desde el aeropuerto de Schiphol se dijo que: “ha iniciado el proceso de contratación de más personal de seguridad antes de las vacaciones de verano, mientras que trabajará con las compañías aéreas para garantizar una mejor planificación de los vuelos durante las semanas de mayor actividad”.
A todas estas disrupciones en las comunicaciones aéreas se suma el caos provocado en Madrid-Barajas por la falta de policías en los controles de pasaportes; IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) apremia con que se busquen soluciones para frenar la crisis del personal de tierra en los aeropuertos europeos. La crisis aeroportuaria no es baladí, provoca problemas en los destinos turísticos… ¿Se pondrán las pilas los agentes responsables de estos sectores?
Chief Executive Officer (Tourism Sector Company)
