Ciento treinta mil afectados, doce mil cuatrocientos dieciocho fallecidos; cifras oficiales del Domingo de Ramos, aunque se sospecha que son bastante más elevados los datos de contagios y fallecimientos. Añadimos más de ciento veintidós mil empresas destruidas y millones de parados, pues bien, el ministro del interior afirma en su rueda de prensa sin periodistas presentes que: “Este gobierno no tiene ningún motivo para arrepentirse de nada”. Esta frase contiene toda la prepotencia, maldad, falta de empatía y odio que destila este gobierno que nos ha tocado sufrir. Imagino lo que habrá pasado por la mente de los cientos de miles de afectados; este enterrador, junto con su presidente y los ministros del ramo, se asoman a los medios a engañar a la población con soporíferas comparecencias que recuerdan más al régimen bolivariano que a una democracia moderna. Pido a los lectores que repitan en voz alta: “Este gobierno no tiene ningún motivo para arrepentirse de nada”. Supongo que los votantes de izquierdas estarán satisfechos con sus mascarillas, trajes de protección, geles hidro-alcohólicos; seguramente por eso no se infectan con las palabras de sus amados líderes. Pero ahí no queda todo, la derecha sigue noqueada por la idiotez y la falta de liderazgo. La cantidad de disparates que hemos tenido que leer y escuchar provenientes de la derecha son igualmente insoportables. En fin, que en esta crisis no escapa ni dios que nos ha abandonado y dejado en manos del virus cochino… porque mira que el lugar donde se generó, el puto mercado ese, es un sitio guarro e infecto. La verdad es que el encierro nos está perjudicando a todos, pero por lo menos nos está volviendo un poco más limpios, en todos los aspectos. Se acabó esa manía de los besitos. Se terminaron los abrazos y los que no se bañan van a tener que ponerse las pilas. Finalizo con una propuesta: Hágase una colecta popular para comprar una corbata negra al presidente del gobierno o mejor, exprópiese a alguien-Confucio.
Licenciado en Filosofía.