Los periodistas, opinadores, contertulios y todos esos monosabios españoles deben pensar que todo el mundo en este país es idiota, a lo peor lo somos… ahí están los resultados electorales.
Estoy bastante cansado de todos estos individuos que cuando ven el color rojo o morado entran en éxtasis como la del dedo incorrupto, que todo lo hecho o mal hecho sea un dogma inquebrantable e inamovible.
Todos estos “Tortilleros” tienen la gran habilidad de dar la vuelta a la realidad, resulta vomitivo ver en algunas televisiones el mensaje sectario. Ya todos se han olvidado de las mentiras del insomnio que producían las coletas y otras aún más duras… las mentiras.
Es curiosa la habilidad en tirar la pelota en el tejado del otro. Si una naranja y una gaviota firman un pacto son la extrema derecha y bla, bla, bla. Si la naranja traiciona el pacto para unirse con unos capullos es maravilloso, ahora, los que respetan lo firmado son tránsfugas.
Durante el tiempo de pandemia se ha puesto de moda meterse con la presidenta de Madrid, con buenas maneras o malas artes, con verdades o mentiras eso da igual. Para los maravillosos comunistas eso no es machismo. Coño, que vara de medir tan cortita tienen.
Quizá lo que tienen corto no es la vara de medir y aclaro, me refiero a sus principios sobre la igualdad, no vayan a pensar los ofendiditos de turno que hablo de otra cosa. Ojalá todos estos de piel fina no se ronchasen exclusivamente cada vez que se meten con alguna lideresa de la izquierda. Mujeres son todas, digo.
Está claro que cada uno habla del año según le va, esperemos que cuando todo esto acabe se pueda hacer un balance positivo sobre el inquilino monclovita y que socialistas, comunistas y toda la progresía chancletera restriegue por la sucia y corrupta nariz de la derecha todos sus logros. Vayan comprando una báscula y una pinza.-Confucio.