La misiva dirigida al rey y firmada por 73 mandos militares ya retirados prueba que, fuera ya de la seguridad y el ámbito de sus cuarteles, todos ellos deben sentirse íntimamente desprotegidos y temerosos de lo que consideran un peligroso gobierno de características social-comunistas como el que tenemos. Lo más llamativo de esta osada decisión es el hecho de que Vox asuma como propio el contenido de la carta en cuestión con un “por supuesto que es nuestra gente”.
A muchos millones de civiles, durante la dictadura, les asaltaba la misma sensación que a estos 73 mandos militares, hoy en el seno de una democracia pergeñada en pleno siglo XXI, pero que de ninguna manera podían sacudírsela de encima con tanta facilidad, ni siquiera recurriendo a una carta dirigida al máximo responsable de tan comprometida situación.
Al contrario de lo que se espera de Vox, es de suponer que la opinión de estos militares ya retirados no condicione el espíritu democrático del que presuntamente por el momento presume el resto de mandos de las Fuerzas Armadas de nuestro país.
En cualquier caso y a pesar de que, de una manera meramente simbólica, el rey representa al máximo responsable de dichas Fuerzas Armadas, parece ser cierto que la queja en cuestión pone en un serio compromiso las competencias en materia militar que puedan desprenderse del contenido de la carta y que tanto afectaría a la responsabilidad de Felipe VI, quién tendría que hacer gala de nuevo de su buen hacer diplomático como para no sentirse obligado a comprometerse políticamente con la filosofía de Vox.
Pero, sin embargo, la Casa Real continúa sin pronunciarse al respecto, sin saberse todavía a que responde un silencio tan pronunciado y prolongado en el tiempo.
Mientras tanto, la gobernabilidad socialista que al parecer tanto afecta a estos militares retirados, continúa para bien o para mal su curso, que no es otro sino el de los últimos acontecimientos en materias sanitaria y económica, amén de las esperadas apariciones de las primeras vacunas con las que tratar de paliar la pandemia que nos asola y que ha significado la causa más importante del deterioro no ya de la propia salud de los contagiados sino, también, de la salud económica de España en particular y del resto del mundo.
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Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes