La consecuencias que está dejando por el camino el Covid 19 , ya se están dejando notar en la cadena de suministros a nivel mundial, el obligado confinamiento hace que millones de agricultores no puedan recoger sus cosechas o sembrar, países asiáticos con superpoblación ven como se estropean sus productos al no poder recolectar y darles salidas, el transporte marítimo prácticamente parado y de los aéreos, con aeropuertos llenos de aviones aparcados; este parón en la movilidad global trae consecuencias y el alza de los productos de primera necesidad están cotizándose a precios desconocidos en los mercados internacionales .
A esto hay que sumarle la compra desmesurada por parte de china de los productos de primera necesidad como los cereales, el arroz y otros para abastecer y almacenar a su nutrida población.
Esta ralentización del transporte mundial, la estamos ya sintiendo en las Islas, con una subida de precios en general e incluso con retrasos en suministros por la suspensión de conexiones, otra consecuencia ocurrida recientemente está con la llegadas de mercancías desde Asia, y el bloqueo de un buque que dejo inutilizado recientemente la vía marítima del canal de Suez .
Todo este panorama nos hace preguntarnos para cuándo podremos volver a la normalidad deseada ¿? Pensemos con optimismo, vemos algún brote verde en el horizonte y todo pasa con que las vacunas lleguen a todos lo antes posible, a partir de aquí, empezaremos a ver los avances, con cambios importantes en nuestras viadas, como los nuevos hábitos de consumo que ya estamos notando al salir a comprar.
Uno de los datos más positivo que veo en las últimas semanas son las residencias de mayores que empiezan a abrir las puertas nuevamente para visitarlos, en el día a día, ver a nuestros mayores de 80 años paseando por nuestras calles, muchos ya con las 2 dosis, con la alegría que nos transmiten y poder escucharlos en las situaciones vividas de autoconfinamiento al que han estado ante el riesgo de contagio, tomando medidas drásticas ellos, tienen sus necesidades de hablar, ver a hijos y nietos, el contarnos sus experiencias de lo que han vivido en este último año, que la entremezclan con recuerdos de niñez y sus comparativas con lo duro que les fue con la posguerra o incluso los más mayores con sus vivencia de la época de la guerra y las hambrunas que padecieron, toda una lección al escucharlos para entender que parte nuestra sociedad actual , le esta constado mucho estar a la altura de la situación que estamos padeciendo.
Jose Luis Garcia R.
Artesano Canario