El tiempo no pasa en balde, por ello cuando nos vamos haciendo mayores nuestras necesidades nutricionales deben ajustarse; en general se produce una mayor pérdida de masa muscular e incluso problemas en la piel. Digestiones más pesadas y dificultad para la absorción de determinados nutrientes.
Con la madurez se necesitan menos calorías, pero más nutrientes. Eso es un problema, debemos comer menos, pero hay que mantener niveles superiores en alimentos que eviten nuestro progresivo desgaste.
Los alimentos más importantes para mantener una buena dieta y que nos ayude con sus aportes son:
Los huevos son una excelente fuente de proteínas de calidad y vitamina K que, junto a D y A nos ayudan a obtener calcio. Mejoran nuestro sistema inmune y retrasan la degeneración macular.
Los cítricos, en particular el limón, ayudan al estómago cuando pierde ácido. Sus flavonoides refuerzan los vasos sanguíneos y aquellos que se puedan consumir enteros tienen propiedades antiinflamatorias.
Las sardinas contienen unas proteínas excelentes y grasa omega 3. Se recomiendan un par de veces en semana y que sustituya a las carnes rojas. Retrasan el deterioro cognitivo y están asociadas a la salud mental.
Los frutos secos consumidos en crudo mejoran la circulación, sus grasas son saludables y ayudan a mantener el colesterol bajo, aportan fibra y proteínas pero, es muy importante consumirlos sin sal. El sodio eleva la tensión arterial.
Los lácteos fermentados (yogur) y el queso son muy beneficiosos por su aportación en calcio. La sangre lo precisa para mantener el pH en un nivel aceptable.
Las verduras son siempre necesarias, en particular las crucíferas (Coles de Bruselas y otras) por su aporte en sulfuro, básico para piel y articulaciones. Brócoli, coliflor, coles están indicadas para la eliminación de toxinas. Ojo pues su consumo en exceso puede interferir con la tiroides.
Las ostras contienen la mejor fuente de zinc, por lo que son el sustituto ideal de la carne roja, que tiene otros inconvenientes según avanza la edad. El mineral, junto con la vitamina A ayuda a mejorar el sistema inmunológico.
La canela y la cúrcuma tienen propiedades muy indicadas, ayudan a regular el nivel de azúcar en sangre, un aspecto fundamental debido a que según cumplimos años nos hacemos más vulnerables a la diabetes tipo 2. También son antiinflamatorias y junto con los ácidos grasos omega 3 benefician el sistema cognitivo.