domingo, septiembre 8, 2024

Tontos útiles

  • Algunos tontos útiles lo son sin darse cuenta… otros lo son a conciencia

Normalmente se utiliza la expresión “tonto útil” para referirnos a aquellas personas que, sin saberlo o quererlo, actúan de una forma que beneficia a los intereses de otros. Estos individuos podrían tener la excusa de la ignorancia. Sin embargo, hay otros que son útiles a conciencia. Este término despectivo pone de manifiesto que la persona está siendo ingenua o incluso manipulada y se dedica a verter afirmaciones u opiniones con las que no estaría de acuerdo por ser contrarias al sentido común.

El nacimiento de esta expresión empezó a utilizar en contextos políticos para describir a individuos que, aunque no apoyaban explícitamente ciertas ideologías terminaban promoviendo sus objetivos, sus opiniones o afirmaciones a través de sus acciones o palabras. La característica primaria del “tonto útil” es la facilidad con la que son manipulados y aunque sus intenciones puedan ser buenas, estas son desviadas a los objetivos de sus manipuladores.

Resulta sorprendente observar como personas a las que se les supone un criterio firme y una formación aceptable caen en las redes de los mensajes sesgados, influenciados por informaciones parciales para promover puntos de vista de determinados sectores, intereses, agendas, creencias o doctrinas políticas.

Los “tontos útiles” buscan, interpretan y recuerdan la información que confirme sus propias creencias o hipótesis, ignorando todo aquello que las contradice. Su falta de capacidad de análisis crítico para aceptar todo lo afín a su ideología o creencia resulta escandaloso.

Las personas a las que me refiero suelen estar formados intelectualmente, pero son presa fácil de las estrategias de manipulación que emplean las emociones, datos engañosos y argumentos que influyen en su percepción de la realidad. A medida que se va incrementando su ignorancia se van encerrando en su mundo. Las redes sociales y otros algoritmos captan su línea de pensamiento y crean una burbuja de filtros donde la información predominante es la que coincide con la suya.

La información que proviene de fuentes percibidas como autoritativas o confiables es más probable que sea aceptada por el “tonto útil” sin cuestionamientos; pueden venir de líderes políticos, figuras públicas, y ciertos medios de comunicación. No resulta extraño leer o escuchar críticas de estos tontos útiles a determinados personajes que son contrarios al criterio dictado por su ideología o justificaciones a comportamiento ciertamente deleznables de sus amados líderes.

Lo verdaderamente sorprendente es que estos individuos son los últimos en darse cuenta que están siendo utilizados con fines espurios o simplemente son conscientes de ello, pero están a la espera de recibir alguna compensación. ¿Le suena el nombre de alguien?–Confucio.

RELATED ARTICLES
- Advertisment -spot_img

ÚLTIMAS PUBLICACIONES

Judicialización de la vida

El sinvergüenza