Un poco de «higiene informativa» no nos vendría mal en España, muchos estamos aburridos del bombardeo de noticias tendenciosas, del sectarismo que destilan algunos medios de comunicación cuyas informaciones se multiplican exponencialmente en las Redes Sociales.
Los últimos seis meses sufridos entre restricciones, contagios, muerte y ruina económica han sido insufribles. La polarización de las informaciones ha sido vomitiva, no hay excusa para justificar tanta tergiversación interesada.
La periodista británica Van Badham, columnista del periódico “The Guardian”, propone medidas para luchar contra la desinformación. Se debe frenar la difusión de contenidos con informaciones falsas u opiniones histéricas. La higiene informativa debe partir del propio lector que, con su intelecto debe evitar fomentar la difusión de falsedades en las redes.
Las Redes Sociales se han convertido en manos de los medios de comunicación y sobre todo de los políticos en el arma favorita para desprestigiar al rival político. Hay un partido que se ha convertido en especialista de propaganda.
La simplificación y el enemigo único, reunir adversarios en una sola categoría o individuo, cargar sobre los rivales lo errores y defectos propios respondiendo el ataque con el ataque, exagerar y desfigurar la información, vulgarizar la propaganda adaptándola al menos inteligente, propaganda limitada a un número pequeño de ideas repetidas hasta la saciedad, construcción de argumentos de manera rápida para no dar tiempo de reacción al rival, etc.
En suma, se podría resumir en dos frases: “Si no puedes negar las malas informaciones sobre ti, inventa otras que las distraigan” y la tan manida de “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
Está claro que a esta nueva casta les interesa acallar las cuestiones sobre las que no tienen argumentos y disimulan las que favorecen a sus adversarios todo ello con la ayuda de los medios de comunicación afines.
Este partido emergente llega a convencer a mucha gente diciendo que piensan como todo el mundo y dan una impresión de unanimidad que es falsa, pero que la población termina creyendo.
España va camino de convertirse en un país de ignorantes, la incapacidad de que un lector adopte medidas higiénicas sobre la información con la que es bombardeado nos lleva a una actitud de rebaño, a una posición de marioneta en la que los hilos son manejados por unos cuantos políticos.
Reconozco que no habrá una desconexión inmediata o una “iluminación divina” que nos lleve a desechar las informaciones tendenciosas, pero sería interesante que intenten contrastar lo que han escuchado con amigos y familiares e intenten discernir qué es verdad y qué es propaganda.-Confucio.