- Visto y escuchado a nuestros políticos voy a practicar el estoicismo
Allá por el año 300 antes de Cristo, Zenón de Citio fundó una corriente filosófica llamada Estoicismo que luego fue desarrollada por Epicteto y Marco Aurelio. Esta idea se centra en vivir de acuerdo con la razón y la virtud, abogando por la autodisciplina y el control de las emociones. Los estoicos creen en la vital que es aceptar lo que no se puede cambiar y focalizar sólo en lo que pueden controlar y que son sus acciones o actitudes personales. Se promueven la indiferencia emocional hacia asuntos externos y buscan la tranquilidad interior con el autocontrol y la moderación.
En resumen, enfocar lo que podemos controlar, indiferencia emocional, agradecimiento y visualización positiva, aceptar lo transitorio y disfrutar de los buenos momentos sin apegarse a ellos, autoevaluación constante, vivir de acuerdo con nuestros valores y enfrentarse a ver los obstáculos como oportunidades para crecer y mejorar.
En la política también hay algunas maneras de aplicar los principios estoicos, estos abogan por la búsqueda de líderes que encarnen virtudes como la sabiduría, la justicia y la moderación. Aplicar principios éticos en la toma de decisiones políticas es fundamental instando a actuar con integridad y a tomar decisiones basadas en principios morales sólidos. La resiliencia estoica puede ayudar a enfrentar críticas, fracasos o situaciones adversas sin perder el rumbo o la compostura.
También se resalta la idea de que el servicio a la sociedad es un deber. Participar en la política con un enfoque en el bien común y la justicia puede estar alineado con estos principios y algo que en la actualidad no se lleva a la práctica: El Dialogo Racional, esto implica buscar el diálogo racional y constructivo en lugar de caer en la polarización y la confrontación emocional.
En resumen, el estoicismo ofrece un marco sólido para guiar la participación política, fomentando la ética, la virtud y la resiliencia en un entorno a menudo desafiante. En la práctica totalidad de escuelas filosóficas son los valores humanos y sociales lo que deben guiar a una buena clase política. Cualquier parecido con la realidad española es pura coincidencia.–Confucio.