El Club Bilderberg está considerado como una de las “asociaciones” más exclusivas y secretas del mundo. Sus apariciones suscitan miles de comentarios tanto positivos como negativos. Muchos lo consideran un foro legítimo para la discusión de asuntos globales, otros piensan que es un símbolo del elitismo de los poderosos que agrupan un poder presuntamente descontrolado.
En estos días de finales a caballo entre mayo y junio de 2024, se ha dado a conocer una de sus reuniones en un selecto hotel de Madrid. Este Club realiza reuniones anuales, todo en 1954. El primer encuentro tuvo lugar en el Hotel de Bilderberg en Oosterbeek, Países Bajos, de donde toma su nombre.
Los valedores o impulsores de esta idea fueron personajes como el polaco Józef Retinger, el Príncipe Bernhard de los Países Bajos y el empresario estadounidense David Rockefeller, con el objetivo de fomentar el diálogo entre Europa y América del Norte durante la Guerra Fría.
La cooperación y el entendimiento entre Europa y Estados Unidos es su propósito por lo que cada año se reúnen unas 150 personas muy influyentes en política, economía, negocios, medios de comunicación y académicos. En sus reuniones, absolutamente secretas y sin grabaciones, los participantes hablan con absoluta libertad, sin el temor de ser citados públicamente por sus aportaciones.
Como he comentado sus asistentes incluyen primeros ministros, reyes, directores de grandes empresas, líderes de organizaciones internacionales y académicos de renombre. Aunque las identidades de los asistentes se hacen públicas, el contenido específico de las discusiones no se divulga. Como es lógico esto genera controversias, criticas, sospechas y falta de transparencia.
Aunque los conspiranoicos hablan de falta de supervisión democrática, algunos hablan de las élites de la derecha o extrema derecha, de machismo y otras lindezas, lo cierto es que a las reuniones acuden políticos de ambos lados y personas de ideologías contrapuestas. Los más reacios a estos movimientos deberían tener en cuenta que, el dinero y el poder son fuerzas que trascienden fronteras y creencias. De todas maneras no podemos pensar que Europa y Estados Unidos no son el ombligo del mundo, los chinos, los rusos e incluso los hindúes vienen apretando fuerte, eso sin olvidar a los islámicos.-Confucio.
