Cuesta creer que después de anunciar su llegada con la suficiente antelación, Puigdemont no haya podido ser detenido bajo el Arco de Triunfo de Barcelona, a la vista de todo el mundo concentrado en el lugar elegido para anunciar sus reivindicaciones a la Presidencia de la Generalitat y en cuyo pleno para la elección prometiera estar presente.
Puigdemont no asumió su responsabilidad hasta el final esperado. En el momento convenido burló por completo la presencia de los Mossos d’Esquadra, para terminar desapareciendo a bordo de un coche que previamente había sido aparcado tras las bambalinas del discreto escenario.
En mi modesta opinión, su estratagema tan sólo consistió en una burla a las Fuerzas de Seguridad del Estado con el propósito de dejar en ridículo al propio Gobierno de la nación y, por añadidura, en evidencia al propio CNI.
¿Qué todo ello hubiera podido estar previamente planificado por todas las partes implicadas? Pues no me extrañaría nada que, si como consecuencia de esa farsa, el propósito que escondía la presencia de Puigdemont hubiera podido haber sido que Salvador Illa fuera nombrado Presidente de la Generalitat de Catalunya y Sánchez, a su vez, afianzara la Presidencia del Estado merced a los votos obtenidos de Esquerra Republicana.
En cualquier caso, el señor Llarena, que instruye la causa contra Puigdemont no quiere irse de vacío y exige responsabilidades a los posibles sospechosos de encubrimiento en la rocambolesca escapada del de Waterloo.
Puigdemont jugó su papel como beneficiado en el reto individual de hacer visible su presencia en su propio territorio a cambio de lo que todo el mundo ya sospecha y al que me he referido en el párrafo anterior.
Cuando amaine la tormenta recientemente desencadenada, las aguas volverán a su cauce y todo esto habrá quedado como una anécdota de carácter estratégico para alcanzar el resultado tan esperado en beneficio de muchos; máxime cuando en el mismo espacio de tiempo, la selección española de futbol conseguía el oro en los Juegos Olímpicos de París de 2024.
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Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
