viernes, marzo 29, 2024

Patria

La tierra que me vio nacer ya poseía dueño antes de que mi madre diera a luz. Y de lo mismo se dio cuenta mi hermano cuando, también como yo, se hizo mayor y continuábamos sin poseer ninguna propiedad como no fueran las partidas de nacimiento que acreditaban que habíamos nacido allí y que éramos hijos de fulano de tal y de menganita, quienes tampoco habían sido propietarios ni siquiera de aquel oscuro garaje  que por entonces nos servía de cobijo allá por el año 1946.

Hoy he estado examinando el concepto exacto de patria y la verdad es que no me identifico en absoluto con él, ni siquiera por razones afectivas, culturales, históricas, etc. Ni tampoco por el hecho de haber nacido en un lugar que se me antojaba tan inhóspito y que nunca me inspiró ninguna confianza ni, mucho menos, esperanzas. De modo que siempre me he preguntado cuales serán las insólitas razones por las que muchos, por el sólo hecho de nacer en un lugar concreto, ni siquiera elegido por ellos mismos, se puedan sentir tan obligados a amar la tierra en la que han venido al mundo hasta el punto de dar la vida por ella si fuera preciso.

Aún recuerdo aquel Todo por la Patria durante el servicio militar obligatorio en el que me hicieron sentir responsable de su defensa hasta la muerte cuando aun no disponía ni siquiera de dos metros cuadrados de tierra firme donde ser sepultado en caso de morir por ella, pero en la cartilla militar, ya daban por hecho de que, llegado el caso, el valor se nos suponía firmemente.

A aquellos que por falta de oportunidades nunca tuvimos nada durante los mejores años de nuestras vidas no se nos debería haber exigido moralmente ese amor desproporcionado por la patria que al parecer nos ha hecho sentir tan responsables del devenir de unos imprevistos acontecimientos que, en todo caso, sólo nos han involucrado de manera indirecta, pero de los que no hemos sido en absoluto responsables. Yo si intuyo quienes hayan podido ser los auténticos responsables, pero me niego a confesarlo públicamente por razones estrictamente personales. Pero sí que daré una pista: Aquellos que tuvieron o todavía tienen mucho que perder. Yo y muchos otros como yo no poseemos absolutamente nada que se nos pueda echar en cara desde el punto de vista ético y moral, de modo que no le debemos nada a eso que aun continúan llamando Patria.

Si no lo remedian a lo largo de los pocos días que faltan, estaremos de nuevo sorprendidos por la vorágine de unas nuevas elecciones, porque los llamados padres de la Patria no han sabido o no han querido, a la hora de tomar serias decisiones, contar con ninguno de todos nosotros, con aquellos que nunca hemos tenido nada como no fueran las ganas de trabajar duro en favor de la economía de un país que no Patria. Ese será el motivo principal que me mueva a asistir a votar de nuevo esta próxima vez, pero también habrá que recordar que votar en blanco es depositar el sinónimo de nuestra muda protesta en el fondo de la urna como si se tratase de un mal presagio de futuro político; y tal vez lo haga.

zoilolobo@gmail.com

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3 COMENTARIOS

  1. Qué bien escribe Zoilo y cuán de acuerdo estoy con él.
    Gracias por tomarte la molestia de escribir lo que tantos pensamos!!.
    Que mueran x la Patria los k la han saqueado !!!

  2. Sin ánimo de entrar en debates, de hecho no lo voy a hacer y desde el respeto a las opiniones que en el fondo son como el culo…todos tenemos uno digo:
    El origen del término patria proviene del latín y deriva de patrium y a su vez de patres, ésto es padres o antepasados. La patria no es otra cosa que el amor que surge hacia el lugar que nos ve nacer y que encierra toda la historia de nuestros antepasados.
    Nuestros padres, abuelos, bisabuelos…tuvieron sus luchas y miedos, sus errores y aciertos es por ello que podríamos decir que es la herencia de nuestros ancestros, nos guste o no.
    Decía Santo Tomás de Aquino, que tonto no era, que “el hombre se debe en primer lugar a Dios, y luego en forma secundaria a sus padres y a la Patria”. Evidentemente todo este grupo de gente unidas por un objetivo común conforman una nación.
    Amar a la Patria se debe hacer con razonamiento y servirla con medios legítimos, cualquier exceso es contraproducente.
    “A la Patria le dedicamos nuestro esfuerzo cotidiano, nuestros pequeños y grandes triunfos, nuestras frustraciones. A ella le entonamos himnos y le izamos su bandera, le estudiamos su historia, y le forjamos su futuro, a través de nuestras acciones y la de nuestros hijos. La Patria no existe sin patriotas, y los patriotas son aquellos que anónimamente, día tras día trabajan honradamente, estudian, son solidarios, y no discriminan al resto de las naciones de la Tierra, sino que orgullosos de la propia, respetan a las demás, y las sienten tan importantes como la de uno, para forjar la gran Patria de la Humanidad”.

  3. Estos dos distintos puntos de vista que preceden a este comentario mio ponen de manifiesto que el concepto que tanto critico no son coincidentes: Sin embargo, me identifico plenamente con el primero de ellos.
    En cualquier caso, gracias por intervenir.
    Atentamente. Zoilo

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