La derecha española, tan católica y modosita ella, parece ignorar por completo las tres virtudes teologales que contempla el cristianismo prácticamente desde sus orígenes: Fe, Esperanza y Caridad.
De las tres, precisamente la esperanza no se les puede arrebatar así como así, tal y como pretende insistentemente el PP y Cs, a todos aquellos defraudados de la acción política de determinados partidos, sobre todo de derechas, que continúan insistiendo en tratar de poner en duda la eficacia del discurso político tanto de Podemos como del PSOE a los que de manera alterna, fraudulenta y siempre despectiva tachan de populistas, doctrina que, por cierto, lo único que siempre ha pretendido es defender, precisamente, los intereses del pueblo o, dicho en otras palabras, de los elementos más desfavorecidos de nuestra precaria sociedad.
¿Acaso ese mal llamado populismo pretende arrancar lo único que prácticamente le queda al ciudadano?: Esperanza. ¿Esperanza para el que ha votado, para el militante o para incluso, también, el simpatizante? Rotundamente no, más bien todo lo contrario.
Opinión, Criterios, Canarias
Esa izquierda despectivamente mencionada como populista a la que por boca de Pablo Casado y las de sus adláteres tanto desprecian, sólo trata de mantener vivo un hilo de esperanza que conduzca a creer que aquello por lo que han luchado y que se promete desde la tribuna como accesible, puede resultar posible frente a esa otra doctrina política de la que tanto alardea PP, Cs, y Vox y que sólo consiste en mantener la unidad de España por encima de todo, como si en ello les fuera la vida, utilizando ese argumento como la inútil panacea con la que a posteriori pretenden dar solución satisfactoria a los graves problemas sociales en los que se encuentra inmersa la sociedad española.
De manera que conviene desterrar del todo el vocablo maldito de populismo con el que la derecha española pretende sellar la quebrada brecha abierta en un maltrecho y rancio discurso con el que sólo aspira a poder engatusar, cara a las próximas elecciones, exclusivamente a un segmento de población determinado que aún continúa creyendo en aquella patraña franquista de Una, Grande y Libre España.
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