- Autolisis (el suicidio) Un drama social
Los que estamos en la vida pública, es verdad que de forma voluntaria, tenemos la obligación ética, moral y la responsabilidad de abordar y dar soluciones a los principales problemas que tiene la sociedad actual y que afectan a la población en general no admitiendo más demora.
Todo esto viene a cuento por que lo que ha ocurrido y está ocurriendo en nuestro país con la salud mental y la soledad involuntaria ( que ha sido motivo de un artículo de opinión), son problemas dramáticos que afectan a más de 3 millones de personas y que están ahí sin hacer ruido y sin solución.
No solamente por el número de ciudadanos afectados, que también, sino por las consecuencias irreversibles que esto está teniendo en esta sociedad que nos ha tocado vivir.
Creemos oportuno destacar en este momento que todos somos potencialmente “clientes” y que no respeta ni sexo, ni condiciones económicas, ni nivel cultural. Sobre todo lo referido a la salud mental y sus diferentes grados.
Entrando en materia, la primera causa de muerte traumática en España es la autolisis, cada día se suicidan en España una media de 12 ciudadanos con el agravante que suele ser una conducta que se realiza con 3 o 4 intentos de media, luego permitiría actuar en muchos casos preventivamente. El número es escalofriante y representa 3 veces más que los accidentes de tráfico.
Todo esto se vio acentuado por una situación de pandemia (Covid 19) que nos ha tocó, afectando a todos los países, todas las clases sociales, razas y religiones. Una pandemia como el coronavirus (SAR-COV2 la enfermedad que produce la Covid 19) virus procedente de China (séptimo en 10 años) que es una de las cosas más serias que le ha ocurrido a la humanidad, por tanto a nuestro país, en los últimos 100 años y que continua, porque no hemos salido de la pandemia sino con la pandemia.
Partimos de la condición de fragilidad del cuerpo humano que se ha puesto de manifiesto en este caso una vez más y a la que se le suma los desastres naturales.
La consecuencia de la globalidad de la crisis social y sanitaria y todo a la vez. Uno más que otro no tiene parangón en la historia reciente y todo por una ola invisible y silenciosa (pandemia vírica).
La globalización de la enfermedad que como comentamos nunca ha ocurrido y sigue ocurriendo (largo me lo fiais) es muy difícil de soportar sin que tenga y siga teniendo consecuencias médicas y psicológicas (ansiedad, stress postraumático etc)
Esta HUELLA PSICOLÓGICA que afecta principalmente a los trabajadores en primera línea, sanitarios, cuerpos de seguridad del estado, profesionales de la comunicación, y a la población en general … está produciendo un desajuste colectivo e individual. La FATIGA PANDÉMICA con un sinfín de signos psicológicos que son más que evidentes que hay que tratar.
En definitiva el suicido es un DRAMA SOCIAL que ha venido castigando a la sociedad desde hace años, asentándose claramente por circunstancias ya descritas.
La necesidad clara de un plan de prevención es más que evidente y lo primero es su VISUALIZACIÓN ya que existe un déficit que lleva aparejado una escaza concienciación social que hace que el fenómeno sea incomprendido e incluso de repudio y consecuentemente que no se aplique todas las medidas paliativas que son deseables por parte de las administraciones.
Habida cuenta, en todo lo expuesto es necesario que tanto las administraciones públicas como los medios de comunicación arbitren métodos para poder divulgar este grave problema social que se esconde tras el preocupante número de muertes relacionadas con el suicidio.
Divulgar es concienciar. Debemos unir esfuerzos que velen para que la sociedad se prevenga, para que las personas afectadas pro enfermedades mentales reciban un tratamiento adecuado y se diagnostiquen detectando signos de alarma.
Nosotros en la Cámara Alta hemos trabajando más 7 años para que así lo sea y en 2013 presentamos una moción en nombre de mi grupo que fue una avanzadilla en ese sentido. Fue aprobada por unanimidad.
Datos como los llamados PUNTOS DE RUPTURA (sin ninguna causa que lo justifique, observar cómo se empiezan a despedir o dejar cosas importantes, etc) o CONDUCTA DE CIERRE son puntos a tener muy en cuenta y en serio que podrían evitar muchos fallecimientos.
La sociedad civil y organizaciones sin ánimo de lucro como Radio Barandilla han contribuido de forma muy importante supliendo la ausencia de las administraciones. Creando por ejemplo, un número de teléfono 911385385 de prevención del suicidio, o la realización del Libro Blanco de la prevención del suicidio en España, así como distintas manifestaciones de STOP al suicidio o desde el Senado en 2017 una Declaración Institucional para declararlo en España año de la Salud Mental. Recientemente se ha creado la línea 024 para la atención a la conducta suicida.
En el año 2021 se aprobó una Moción por unanimidad para elaborar y reforzar políticas integrales sobre la Salud Mental, prevención de los trastornos mentales e identificación temprana, atención y asistencia, tratamiento y recuperación de personas con trastornos mentales. Se aprobó una Moción con 9 puntos que merece la pena tener en cuenta y debería de ser de obligado complimiento por parte del Gobierno.
1.-Promover la salud mental es positivo y apoyar políticas y actuaciones para lograr la visibilización y la plena inclusión social de las personas con problemas de salud mental teniendo en cuenta las conclusiones y recomendaciones incluidas en el Estudio “Salud mental e inclusión social. Situación actual y recomendaciones contra el estigma” editado por SALUD MENTAL ESPAÑA (2015).
2.- Continuar abordando la salud mental a través de políticas con carácter transversal que tengan en cuenta no solo en el ámbito sanitario, sino también el social, el laboral, el cultural y el educativo.
3.- Garantizar y velar para que la atención a las personas con trastorno mental se realice con un enfoque de derechos humanos según establece la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
4.- Enfocar la atención de los problemas de salud mental hacia la completa recuperación de la persona y situarla en el centro de la atención. Es imprescindible que se parta de planes individualizados de atención adaptados a las necesidades de cada persona en cada momento de su vida, ofrecer continuidad de cuidados y poner a disposición de las personas los recueros sanitarios que sean necesarios.
5.- Apoyar a las familias con suficientes mecanismos recursos de información acompañamiento y psicoeducación.
6.- Garantizar el acceso de las personas con problemas de salud mental a recursos efectivos de apoyo que promocionen su autonomía en el ámbito del empleo, la vivienda, el ocio, las actividades de la vida diaria o la participación social.
7.- Promover las campañas de difusión y promoción de las capacidades de las personas con trastorno mental entre el tejido empresarial, en coordinación con los itinerarios marcados para su inclusión en el mercado laboral de acuerdo a las directrices marcadas por los profesionales que acompañen y tutoricen a las personas con trastorno mental.
8.- Prestar especial atención a la salud mental de menores, personas en régimen penitenciario, personas con patología dual o personas sin hogar.
9.- Introducir la perspectiva de género en el abordaje de la salud mental.
La publicación en el BOE del teléfono de prevención al suicidio 024 es un paso importante gracias a esta lucha continua y que no se puede quedar solo ahí.
Antonio Alarcó Hernández
Presidente de la Cátedra de Telemedicina, Robótica y Telecirugía de la ULL.
Doctor en Ciencia de la Información y Sociología.
Exsenador y Portavoz de Sanidad.