A lo largo de su historia el cristianismo ha sido objeto de persecuciones impulsadas por una combinación de factores religiosos, políticos, étnicos y culturales. En África, Oriente Medio, Asia e incluso en América Latina y Europa ha sido una realidad, aunque variando en intensidad y naturaleza.
En África las regiones con extrema violencia los cristianos han sido objetivo de ataques de grupos islamistas radicales como Boko Haram y Al-Shabaab con una violencia extrema que incluye secuestros, masacres y destrucción de iglesias. A todo ello hay que sumar los gobiernos autoritarios que prohíben las iglesias que no son afines a sus estados. Los cristianos son encarcelados por practicar su religión fuera de los canales oficiales.
Oriente Medio es otra localización donde la población cristiana ha disminuido, los conflictos armados y las persecuciones junto a la intolerancia religiosa ha sido el motivo de esta merma. Países como Irak, Siria han restringido la práctica pública de la fe cristiana, incluso en Arabia Saudí el cristianismo es ilegal.
En Asia no es menor esta persecución. China vigila y reprime las iglesias cristianas incluyendo la demolición de templos, censura de textos y encarcelamientos. En india ha habido un aumento importante sobre la violencia contra los cristianos. Partidos hindúes nacionalistas acusan a esta creencia de conversiones forzosas y algunos de los líderes son linchados y sus templos atacados.
Probablemente el país más peligroso del mundo para ser cristiano es Corea del Norte, practicar esta creencia le puede llevar a la cárcel, ser objeto de torturas e incluso ser ejecutado. El cristianismo, para “su amado líder” es considerado una amenaza al régimen norcoreano.
En América Latina la persecución a cristianos está en manos de los grupos de crimen organizado por oponerse sus líderes al narcotráfico y al reclutamiento forzoso de jóvenes para sus luchas revolucionarias.
En Europa y el resto de Occidente la repercusión y represión contra el cristianismo es menos violento, se denuncia que están sufriendo discriminación legal o cultural y quien verdaderamente está siendo una gran amenaza es el extremismo islámico que cada día va adquiriendo unos tintes más preocupantes, sobretodo porque no solo afecta a los cristianos sino a la totalidad de la población que no accede a sus creencias.
Desde hace más de dos mil años, la persecución de los cristianos ha llevado a desplazamientos masivos, crisis humanitarias, violaciones de derechos humanos y la reducción drástica de comunidades históricas cristianas en varias regiones. La resistencia y resiliencia de estas comunidades han sido un testimonio de fe, pero los desafíos continúan.
Ahora, tiempo de Navidad se festeja la venida al mundo del Hijo de Dios…probablemente el primer palestino perseguido pero por el que ahora se ponen un «palestino» o se hacen un tatuaje con esa bandera, se ronchan al nombrarlo. Esos son los progres chancleteros de turno. Nadie cree en este Magnum Mysterium pero todos lo celebran… Magi viæ inscrutabiles sunt.-Confucio.
