- Cuando las barbas de tu vecino veas “quemar”…
El asunto de los fuegos artificiales domésticos se ha convertido en un problema serio de seguridad ciudadana. Como es habitual, en España no buscaremos la solución hasta que no nos revienten en el culo. En Canarias y más concretamente en Tenerife, esta situación se ha convertido en una quema descontrolada de efectos de artificio de una potencia que en ocasiones “mete miedo”.
No voy a entrar a valorar los perjuicios que acarrean a las personas mayores, niños pequeños, personas con TEA y animales domésticos; los puristas de este tipo de celebraciones las defienden diciendo: “Nosotros también tenemos derecho a divertirnos”. Durante Nochebuena, Navidad, Fin de Año, Reyes y prácticamente todo el mes de diciembre los barrios de la zona metropolitana se convierten en las Fiestas de Mayo de Los Realejos, pero en cutre. Magos y elementos de barriada se pertrechan en el primer chino que encuentran con toda esta basura explosiva que detonan sin ningún control. Hay viviendas que en base a lo que “queman” más que garajes son polvorines.
La regulación o prohibición es urgente, debemos tener en cuenta que al menos cinco personas han muerto en accidentes con fuegos artificiales en Alemania durante Fin de Año, detenciones e incendios en varias ciudades de este país. En una de sus ciudades, un chico modificó unos petardos y falleció al explosionarlo, dicen que se escuchó la deflagración a más de medio kilómetro del lugar. Leipzig, Hamburgo, Hartha han sufrido también estos accidentes con resultado de muerte.
Lo más relevante es que en ciudades como Berlín y Leipzig se lanzaron fuegos artificiales contra los servicios de emergencias y la policía. También hubo una fiesta “singular” donde los jóvenes se disparaban artilugios entre sí a modo de batalla. Ataques a coches, vehículos de transporte público y transeúntes se vieron metidos en un buen embrollo por culpa de estos incívicos ciudadanos. Por las redes sociales circulan vídeos donde se puede apreciar el incendio de alguna vivienda por un “cañón” dirigido a las ventanas.
Resulta llamativo que las autoridades alemanas digan que, a pesar de 330 detenciones y 13 policías heridos “no hubo disturbios tan grandes como en años anteriores”. Y todo ello teniendo en cuenta que hay zonas en Berlín, Colonia o Düsseldorf donde está estrictamente prohibido detonar todo tipo de petardos. Como dije antes, deberíamos poner las barbas en remojo, en esta tierra tendemos a copiar siempre todo lo malo, pero siempre esperamos a que haya alguna desgracia para tomar medidas. –Confucio.
