Cada día estoy más convencido de la deriva que en lo político está tomando este país a juzgar, entre otras muchas cosas, por el propósito llevado a cabo éstos últimos días por parte de Isabel Díaz Ayuso en enaltecer la figura de un tal Milei al concederle, por su cuenta y riesgo, un galardón de hojalata al margen de lo dispuesto para tales casos y a espaldas del Gobierno español.
Yo me pregunto si es en realidad Madrid una autonomía solapadamente independiente del resto del territorio nacional o si por el contrario lo ha de ser necesariamente Cataluña por tal y como se presenta el debate en relación al definitivo regreso de Puigdemont que tanto critica la oposición.
Me asomo con frecuencia a la Redes Sociales y en particular a X para pulsar no sólo la opinión pública sino para proyectar también mi impronta de carácter ilustrativo, impulsado por el afilado carácter que adquiere mi lápiz frente al azote que imprime sin compasión la extrema derecha española que por sus inconfundibles siglas en verde ya reconocerán ustedes. Resulta tan ancha su frecuencia e influencia que su supuesto prestigio me ha convertido en supuesto culpable de un delito de odio por el que fui denunciado a raíz de una ilustración mía inserta en X y cuyo protagonista no era otro que uno de los principales representantes de Vox.
Smith & Wesson es una reconocida marca de revolver muy popular en USA, pero también coincide casualmente con el apellido de una de las figuras más representativas de la extrema derecha española, excusa que tomé a mi favor para hacer notar la entrañable coincidencia entre un enamorado de las armas de fuego y el revólver en cuestión a través de una sencilla ilustración.
Cuando llegaron los agentes no me encontraba en casa. Venían de paisano y Carmen, mi mujer, recogió la citación para que yo acudiera a declarar a la comisaría de la Policía Nacional. Una vez allí, me asignaron incluso un abogado de oficio a quién, después de observar el dibujo, le pareció una exageración la denuncia presentada por el afectado bajo la acusación de delito de odio.
Aconsejado por el letrado y las inspectoras de policía hice una declaración formal de arrepentimiento al declarar que nunca fue mi intención desear la muerte de tan ilustre representante político bajo compromiso, incluso, de retirar la modesta ilustración de todas las redes sociales donde apareciere, tal y como hice inmediatamente.
Espero la decisión del juez.
zoilolobo@gmail.com
Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
