El gobierno pretende prorrogar el estado de excepcionalidad anunciado para asegurarse acabar definitivamente con la pandemia que continúa acechándonos desde las sombras, pero esa pretensión choca frontalmente con los intereses económicos de la pequeña y mediana empresa, además de autónomos, quienes se quejan, y quizás no sin razón, de que las nuevas medidas que piensa adoptar el ejecutivo perjudican notablemente a sus ya de por sí escasos recursos y que afectan notablemente su exiguo patrimonio.
De manera que habrá que conjugar muy hábilmente la renovación de la excepcionalidad anunciada con los intereses económicos de la industria y el comercio para que el país sufra lo menos posible el severo impacto económico y la salud pública no se vea sacudida nuevamente con un inesperado rebrote del virus.
El PP parece no estar por la labor de apoyar al gobierno a pesar de la advertencia de éste en el sentido de: “O la prórroga o el caos”. A sabiendas ya de que Esquerra se descuelga sumándose a JxCat, la CUP y Vox con el voto negativo, Sánchez sólo espera que Pablo Casado reconsidere su decisión y, por lo menos, proponga una abstención de su partido o bien que pueda contar con el voto afirmativo de Cs más la inhibición del PNV.
Así las cosas y el hecho de no contar con la mayoría suficiente como ocurre en otros países de nuestro entorno más inmediato, el PSOE tendrá que hacer encaje de bolillos si lo que pretende y parece más factible sería, o bien defender su postura al respecto o reconsiderar la oferta del resto de la oposición quienes, en definitiva, serían los nuevos responsables de, si se diera el caso, un nuevo retroceso de la salud pública como consecuencia de no haber permitido la llamada desescalada en los términos que el PSOE tenía previsto.
En cuanto a la persecución secreta llevada a cabo por la CIA a los miembros de Unidas podemos por su supuesta responsabilidad no probada todavía sobre la influencia ejercida sobre el gobierno de Maduro en Venezuela ¿Alguien es capaz de creerse esa patraña hasta el punto de afirmar la posible detención de unos jóvenes que se encuentran bajo la tutela del gobierno de un país libre y democrático como el nuestro? No cabe ninguna duda de que estos bulos van destinados en exclusiva a desestabilizar la difícil situación por la que, ya de por sí, está atravesando el gobierno.
Cuando la larga sombra de la presencia americana aquí en España les es muy favorable a los intereses particulares de algunos, la CIA está muy bien vista e incluso es bienvenida; cuando no, se presume de ser antiamericano y no tener nada que ver con la Central de Inteligencia cuando ésta se inmiscuye de lleno en los criterios de otros muchos gobiernos democráticos como, por ejemplo, el nuestro. Para los instigadores nacionales, la CIA se convierte entonces en un arma arrojadiza que da muy buen resultado gracias al supuesto crédito del que goza y la capacidad, errónea por otra parte, que ésta tiene para desenredar entuertos de los que USA se siente siempre políticamente amenazada.
La presencia en el seno del gobierno español de una célula comunista como Unidas-podemos ha despertado todo tipo de conjeturas al respecto. Desde las sospechas de que ni se lavan ni se peinan hasta calificarlos de “maricones”, como si ello fuera considerado un insulto para quienes han defendido con uñas y dientes el derecho a la identidad sexual del individuo que durante tanto tiempo hubo de permanecer en el interior del “armario” por culpa, sobre todo, de pseudo-periodistas del tres al cuarto; de aquellos con cierto sobrepeso en el abdomen y abundante caspa todavía sobre los hombros de unos pícnicos sin escrúpulos que nunca tuvieron problemas en vivir holgadamente desde su nacimiento, para recalar ya de mayores en una profesión a la que han denigrado con su excesivo afán de notoriedad al margen de la noticia y con el beneplácito de la libertad de expresión que les regaló el advenimiento de una democracia después de los cuarenta años durante los que estuvieron al servicio del anciano régimen.
zoilolobo@gmail.com
Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
