Este número de grupúsculos que pretenden poner en jaque al PSOE en las próximas elecciones municipales cuenta ya con una líder como Yolanda Díaz en torno a la cual y al margen de Podemos se aglutinan otros pequeños partidos, supuestamente de izquierdas, como Compromís, Más Madrid, Izquierda Unida o el suyo propio, Sumar.
De manera que el único propósito por el momento de todos ellos consiste en intentar desbancar la presidencia del gobierno que conserva hoy por hoy el PSOE en la figura de Pedro Sánchez en beneficio de una plataforma de dudosa competencia.
¿Obligaría la presión ejercida al PSOE de este grupúsculo a considerar alguna otra coalición que carezca del crédito que por el momento y a pesar de todo ha demostrado Irene Montero y Belarra frente a Podemos?
El desmembramiento de la izquierda en general en beneficio de unos intereses personales como los que hasta ahora ha venido aglutinando Yolanda Díaz en detrimento de la eficacia de una Irene Montero incrustada valientemente en el seno del PSOE, sólo le ha servido para ganarse la antipatía y el rechazo de la izquierda en general y que, por el momento, se traduce en el pobre ofrecimiento de unas exiguas posibilidades de triunfo en las próximas elecciones municipales.
Por todo ello y a tenor de lo que muchos piensan, una plataforma única de todos ellos y de la que también forme parte Podemos sería lo exigible si como se pretende la intención sería la de aislar lo máximo posible al Partido Popular en su estrategia de alcanzar el poder a cualquier precio.
Es de lamentar la pertinaz obcecación de los partidos de izquierda en presentarse siempre a unas elecciones en inferioridad de condiciones frente a sus mayores de la categoría que presume, sobre todo, el Partido Popular, Ciudadanos; y ya no digamos Vox, con el grave peligro que éste representa.
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Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
