Tanto PP, como Ciudadanos o lo que queda de él y Vox, creen que oponerse taxativamente a todo aquello en lo que pudieran arrimar el hombro para hacer del parlamento una democracia real es el único papel que les toca jugar cuando las cosas vienen mal dadas para todos. Con tal de desprestigiar al Gobierno de turno son capaces de obrar como lo hacen los propios talibanes en Afganistán, sin ir más lejos.
Con Rajoy ya tuvieron su oportunidad de volver a gobernar de nuevo y así le fue al partido; en el que la mayoría de responsables tuvieron que habérselas con los tribunales de justicia. ¿Cuántas oportunidades son suficientes como para parecer honestos mientras se gobierna y nos lo creamos?
Todos ya sabemos que la coalición que gobierna tampoco parece lo ideal por lo que se desprende de sus propias incongruencias, pero, aún así, no hemos oído de la oposición ni siquiera conjeturas que nos lleven a pensar que ellos lo podrían hacer mejor, porque, entre otras cosas, jamás aportan soluciones válidas; solamente reproches que sólo conducen a desprestigiar sistemáticamente al PSOE al estilo de aquello que les gusta tanto, como es jugar al toro, pero eso sí, con sus tres tercios bien definidos: el de varas, el de banderillas y el de muerte, asegurada en última instancia por el puntillero, cuando ya el animal se ha echado de sufrimiento junto a las tablas.
De manera que a medida que se acercan las elecciones generales, ese acoso y derribo ira en crescendo, sin querer admitir absolutamente nada de lo conseguido hasta ahora en materia económica: como la consolidación de las pensiones y el sueldo mínimo interprofesional además de haber logrado salir, con mayor o menor fortuna, de la vorágine que originó la Covid-19 o el retorno de los militares españoles, asesores, traductores, periodistas, etc., etc., y que ya se encuentran a salvo en nuestro país.
Ya sabemos que la derecha lo único que desea si alcanzan el poder es gobernar por el bien de todos los españoles, pero mucho nos tememos que no todos los españoles gozarán de ese privilegio, precisamente porque a otros no les gusta tanto las corridas de toros, ni el fervor que destila la Semana Santa ni tampoco, entre otras muchas más cosas, gozar de la monarquía que persiste todavía en nuestro país a pesar de la presunta corrupción habida durante el reinado del hoy rey emérito, que dicho sea de paso, vive a cuerpo de rey por el Oriente próximo.
Por todo ello y porque desde que han habido elecciones democráticas en este país la llamada derecha española no ha hecho más que engordar su patrimonio a costa del rendimiento laboral de miles de trabajadores, es por lo que tengo mis reservas al respecto y espero y deseo que nunca más alcancen el poder con la intención única de aprovecharse de él como lo han estado haciendo en el pasado.
Más vale bueno conocido que malo por conocer. ¡Con perdón!
zoilolobo@gmail.com
Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
Simplemente bravo !!!
¡Gracias! y que sigas leyendo en KIOSCO INSULAR.
La verdad es que yo no bravo tanto.
Sólo dos preguntas por no agobiar al autor:
¿Compara usted a los partidos de Cs, PP y Vox con los Talibanes? Un auténtico desatino por su parte, debería tener un poco más de educación, por el momento ningún miembro de estos partidos ha sido condenado por terrorismo… ¿Pueden decir lo mismo alguno de los socios del gobierno? Considero muy desafortunada esa afirmación. Con respecto a las disputas en los tribunales, que usted sabiamente señala como «habérselas», no son la mayoría. Miles de cargos públicos de estos partidos arriman el hombro en pro de la comunidad. No sea usted secatario, hombre…que ya está mayorcito para comportarse así.