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Protección de animales callejeros en temporada de lluvias: los consejos de una veterinaria
La temporada de lluvias ha dado comienzo y, con ella, regresan las alertas por temporales. Estas lluvias torrenciales, tan propias de la temporada otoñal, no suponen un riesgo únicamente para las personas. Muchos animales que no disponen de un lugar donde resguardarse, sufren las consecuencias de estos fenómenos, que atentan contra su bienestar e implican un peligro real para ellos.
Con el objetivo de poder poner en práctica medidas que ayuden a prevenir estas situaciones y salvaguardar el bienestar de estos animales, Lucia Santo Tomás, veterinaria y colaboradora en Natura Diet, comparte algunas recomendaciones que podemos llevar a cabo.
- Refugio adecuado
- Evita dejar a los animales expuestos a la intemperie: Lo ideal sería poder disponer de un lugar resguardado del clima, a ser posible en el interior de una edificación, en donde el perro o el gato se sientan protegidos, tanto de la temperatura como de las lluvias o el viento (o de cualquier otra amenaza consecuencia de un clima extremo). Si el espacio protegido en el interior es limitado, prioriza a los animales con un sistema inmune más delicado(como gatos y perros mayores, gestantes, enfermos y crías) o con problemas articulares, ya que el frío y la humedad pueden afectarlos especialmente.
- Zona de refugio exterior:En caso de no poder ubicar a los animales en el interior de la vivienda o de una edificación correctamente acondicionada para ellos, deberemos revisar que las instalaciones del exterior sean adecuadas y no supongan un peligro para su salud o calidad de vida. Asegúrate de que el refugio disponible sea de materiales impermeables y resistentes al agua para evitar las posibles filtraciones y la humedad, que agraven la sensación térmica de frío. Evita las cubiertas de madera o las lonas, que fácilmente se deterioran a la intemperie; tampoco es recomendable reutilizar antiguas estructuras y casetas deterioradas. Proteger la entrada al refugio para minimizar el efecto del viento también será de gran ayuda. Así mismo, es muy importante comprobar que la zona de descanso no se encuentra en una caída natural de aguas. Lo ideal sería asegurarnos que la caseta o espacio protegido se encuentra en un lugar elevado para evitar filtraciones o problemas mayores, como inundaciones.
- Aislamiento térmico: Emplea materiales aislantespara evitar el contacto directo con el suelo. Si están en el exterior, evita mantas o toallas que, una vez mojadas, agraven la pérdida de calor; así como superficies que conserven la humedad, como madera, ya que corren el riesgo de enmohecerse y su lento secado dificulta la higiene y desinfección.
Limpieza: Revisa en detalle el refugio con frecuencia, cada 2 o 3 días, para vigilar su estado, levantando mantas, cunas y otras superficies móviles para comprobar que están secas, limpias y sin insectos. Y aprovecha los días de sol para hacer una limpieza y desinfección profunda, para facilitar el secado de las superficies que hayas higienizado y aclarado.
- Alimentación y agua
- Mayor requerimiento calórico:En climas fríos y húmedos, los animales necesitan más energía para mantener su temperatura corporal. Prioriza alimentos equilibrados con un buen aporte de energía y nutrientes asimilables, que les ayuden tanto a obtener calorías, como a mantener su pelaje denso.
- Retira los restos de comida húmeda:El contenido en agua de los alimentos húmedos hace que estos sean más propensos a contaminarse con microorganismos, si no se sigue una correcta higiene. Evita dejar los restos en el comedero demasiado tiempo, ya que al aire libre ese riesgo es mayor. Sé concienzudo con la limpieza de los comederos, sea cual sea el tipo de alimento ofrecido.
Agua limpia y accesible siempre: Usa recipientes pesados o anti-vuelco y colócalos bajo techo para evitar que el agua se ensucie y contamine. Procura ubicar los bebederos, a ser posible más de uno, fuera del refugio para evitar que, en caso de vuelco, se moje la superficie de descanso. Recuerda cambiar el agua con frecuencia, preferiblemente cada día.
- Prevención y detección de problemas de salud
- Signos de alarma: Tos, estornudos, dificultad respiratoria, temblores, secreción ocular y nasal, apatía o cojera pueden ser síntomas preocupantes que requieran atención veterinaria.
- Lesiones y aspecto pobre del pelo:Revisa la piel y capa del animal con frecuencia. Mantén su pelaje lo más seco posible y sécalo adecuadamente si lo notas mojado o húmedo. Un buen cepillado rutinario siempre ayuda a eliminar pelo ya caído y a favorecer la circulación de la piel, que a su vez contribuye a la salud cutánea y capilar. Si observas heridas superficiales, realiza una exhaustiva limpieza con agua y jabón y aplica clorhexidina (evitando zona de mucosas, ojos y orificios) 1 o 2 veces al día. Si esas lesiones son profundas o empiezan a estar húmedas, con secreción y con mal olor, acude a un veterinario para su supervisión, ya que hay riesgo de infección y complicaciones.
Posibles parásitos: La humedad y el calor favorecen la presencia y proliferación de pulgas, garrapatas y mosquitos. Estas condiciones pueden darse en refugios con mucha humedad, falta de ventilación y con temperaturas menos frías. Realiza un control continuo tanto del animal como de sus zonas de descanso y revisa con un veterinario el estado del animal para plantear un protocolo de desparasitación específico.
- Coordinación con entidades y expertos
- Notifica a protectoras locales o a servicios veterinarios municipales sobre animales en situación crítica o desatendidos. Presta atención a aquellos que puedan estar en lugares de riesgo o que no parezcan tener un cobijo adecuado.
Si encuentras un animal herido o con signos de enfermedad, no lo mediques por tu cuenta. Cada especie y peso requiere medicamentos y dosis específicas; busca la ayuda de un profesional veterinario.
“Alojar a un animal en casa, cuando no somos sus tutores legales y no están acostumbrados a nuestra presencia, puede ser una opción muy loable en épocas de lluvias y climatología extremas, pero debemos de ser cautos y estar preparados. Lo ideal sería que esta decisión se haya tomado de la mano de alguna protectora u organismo al que podamos recurrir en caso de alguna duda. Si se diera esa acogida temporal, es recomendable consultar con un veterinario la mejor manera de ayudar a ese animal, sin poner en riesgo al propio animal acogido, a uno mismo o a otros animales que puedan estar viviendo en nuestros hogares. Esto pasa por proporcionar un espacio muy tranquilo, sin “amenazas”, con comida, una temperatura adecuada y agua constante. También se puede ayudar a crear ese espacio en el exterior, si el animal no acepta el contacto humano. Cuando el riesgo climatológico haya pasado, puedes contactar con una protectora para iniciar el proceso de adopción o el retorno a su lugar de origen, siempre supervisado y validado por las autoridades competentes”, concluye la veterinaria.
Acerca de DingoNatura
¿La comida puede ser algo más que alimento y nutrición? La respuesta en DingoNatura es sí. La innovación, la creatividad y la conciencia se unen a la ciencia y la naturaleza, para crear sus productos, que buscan ser lo mejor para perros y gatos, sus familias, la sociedad y el planeta.
Con más de 20 años de experiencia, han desarrollado productos únicos adaptados a las necesidades de los animales de compañía y sus familias. Natura Diet, es una de las marcas de la compañía que ofrece alimentación natural para perros y gatos.
También en las de los veterinarios: con ellos y para ellos se elabora la gama Natura Vet, de venta exclusiva en clínicas veterinarias.
En el ADN de la marca está la generación de un impacto positivo, y con este compromiso cuidar el origen y la calidad de sus ingredientes, nuestros procesos de elaboración y producción responsable, pero también cuidando y comprometidos con los derechos de los animales y su inclusión en la sociedad a través de su Fundación.
FUENTE:
TEAM LEWIS
Carla Sigler / Aitana Gómez