-
¿Le aplicarán a S.S. Francisco el Decreto de la Comisión Pontifica del Estado Vaticano?
El Decreto de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano con fecha de 19 de diciembre de 2024 establece una ley que impone penas de prisión entre uno y cuatro años a quienes entren ilegalmente en el territorio de este Estado. Las multas pueden ascender hasta los 25.000 euros. Este Decreto es de aplicación a los que mediante engaño, violencia o amenazas accedan a la Ciudad.
La Ciudad del Vaticano tiene una Ley sobre Ciudadanía, Residencia y Acceso que regula múltiples variables. En su artículo 15 establece, por ejemplo, que los residentes no podrán dar alojamiento a personas externas sin autorización del cardenal presidente de la Gobernación. El nuevo Decreto es una ampliación del artículo siguiente, dieciséis, donde se exponen los requisitos para acceso y residencia aún más restrictivos.
En las claves de esta norma reciente se define como ingreso ilegal cuando se evitan de forma fraudulenta los sistemas de seguridad y protección o se eluden los controles de frontera, con el agravante de realizar una entrada ilegal de forma agresiva o conjuntamente por varias personas donde las penas se podrán ver incrementadas. El sobrevuelo con cualquier dispositivo puede estar condenado con penas de prisión de seis meses a tres años.
El sumo pontífice fallecido ha sido una de las voces más críticas en defensa de inmigrantes, refugiados y personas en situación de exclusión; incluso ha visitado campos de refugiados, denunciado políticas migratorias y ha insistido en que se debe acoger, proteger, promover e integrar a los más vulnerables.
Es evidente que existe un contrasentido entre lo que se predica simplemente como líder espiritual y lo que se hace como jefe de un Estado soberano. Desde un punto de vista estrictamente legal, en la mayoría de los países, cruzar una frontera sin identificación o sin pasar un control es un acto ilegal a menudo tipificado como delito. Lo más curioso es que en España, hasta la izquierda más sectaria, alaba al Pontífice fallecido fardando de sus buenas relaciones y de ser un Papa progresista –algo incompatible– desde mi punto de vista y confundiendo el populismo con el progresismo.
Leyendo rápidamente este reciente Decreto encuentro muchas similitudes con las avalanchas a Ceuta y Melilla, la llega masiva de inmigrantes ilegales a Canarias, la estancia irregular de miles de personas en nuestro país y me pregunto: ¿Tienen los católicos algo que decir a esta norma implementada siendo Papa Francisco? ¿La infalibilidad del Papa puede llegar al extremo de criticar políticas migratorias de otros países mientras en su Estado se ejercen? Es de suponer que San Pedro no le exigirá visado en su pasaporte para acceder a la Casa del Padre. –Confucio.
