- La excusa es la ampliación de Los Rodeos y la falta de “perritas”
El Grupo de Reserva y Seguridad número 8, conocido por sus siglas GRS-8, es una unidad de élite de la Guardia Civil en Santa Cruz de Tenerife. La misión de esta unidad es la prevención, el mantenimiento y el restablecimiento de la seguridad pública. Actúan en grandes concentraciones, manifestaciones y situaciones de riesgo, además de participar en operaciones antiterroristas y contra la delincuencia organizada.
En los últimos días, se ha difundido en redes sociales y distintos medios de comunicación la noticia sobre la posible disolución del GRS-8 debido a la necesidad de desalojar su acuartelamiento en el aeropuerto de Los Rodeos por una ampliación del aeródromo. Se argumenta que no hay fondos suficientes para la construcción de un nuevo cuartel, motivo por el cual se ha planteado su redistribución en otras unidades de la península.
Como ya viene siendo habitual, la falta de seguridad se está convirtiendo en una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos canarios. El grave perjuicio que esta situación genera provoca un profundo rechazo en todos los estamentos sociales de Canarias. Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil también han manifestado su disconformidad con esta disolución y han alertado sobre las consecuencias negativas que tendría para la seguridad en el archipiélago.
A esta problemática se suma la ya existente falta de efectivos de la Guardia Civil en el territorio canario, que ha sido cifrada por la Asociación Unificada de la Guardia Civil en torno a mil agentes. Su delegado sindical señala: “En las islas, faltan entre setecientos y mil agentes de la Guardia Civil, una cantidad que no es tan fácil de calcular porque la Guardia Civil carece de una relación de puestos de trabajo o, al menos, esta no es pública. Cuando se crean nuevos servicios, se desvisten otros servicios”.
Mientras tanto, en Los Rodeos hay acuartelados algo más de un centenar de guardias civiles que están pendientes de la supresión de la unidad y que tendrán que ser reubicados en alguno de los siete grupos de Reserva y Seguridad que hay en España. Esto provocaría, en primer lugar, su desarraigo familiar y, en segundo lugar, un nuevo golpe a la ya debilitada seguridad ciudadana en Canarias.
Resulta insultante que haya fondos del gobierno español para afrontar gastos en otros países y no se destinen a la construcción de un nuevo acuartelamiento en Canarias. Al parecer, “Hay terrenos cedidos a la Guardia Civil en Güímar, pero no existe ningún proyecto para construir un nuevo cuartel”. Una vez más, el pueblo canario se siente abandonado por parte de los gobiernos de la “metrópoli”, independientemente de su color político.-Confucio.
