No deberíamos adelantar juicios de valor hasta no estar completamente seguros de que la Justicia se haya pronunciado en favor o en contra de una supuesta conducta moral de cualquier imputado en cuestión. Durante los últimos años y de forma arbitraria los medios de comunicación, en connivencia con determinados partidos políticos, han venido a destrozar premonitoriamente la reputación de algunos ciudadanos caídos en sospecha mucho antes de que los jueces determinasen su más absoluta inocencia.
Ha sido el caso de Mónica Oltra, quién maltratada injustamente por ser la ex esposa de un abusador de menores convicto y confeso y de cuyo ex marido desconocía el delito de pederastia por el que sería posteriormente inculpado. La reputación de la abogada y política, portavoz de la Generalitat valenciana, se vio sacudida injustamente y sin compasión por el zarandeo mediático que en su día le obligara a dimitir de sus cargos políticos en el seno de su partido.
No ha sido de igual tratamiento el caso que ha envuelto al reconocido chef español José Andrés en un finísimo pliego de papel de plata y sacudido también a una altísima temperatura de desprestigio por defender el supuesto derecho de Israel a contrarrestar a cualquier precio las sangrientas veleidades de Hamás; todo ello a pesar de su honesta y desinteresada contribución a combatir con su ONG el hambre sufrida por la población palestina. Sin embargo, su valentía ha culminado públicamente con la denuncia internacional del gravísimo ataque sufrido contra el personal voluntario de su organización sin menoscabo de una crítica severa contra un error dudosamente “perpetrado” por el ejército israelí por cuyo motivo José Andrés ha podido salir moralmente indemne de las supuestas y pretendidas simpatías que se le atribuían hacia el señor Netanyahu y por las que fue injustamente vilipendiado por la prensa nacional.
Harina de otro costal parece ser el caso del que fuera Presidente de la Federación Española de Fútbol, Sr. Rubiales, para quién el escándalo suscitado en su día por su descarado abuso de poder sobre la persona de la futbolista Yenny Hermoso resultó ser el detonante que ha provocado la explosión financiera de un supuesto flagrante caso de un delito de malversación de fondos y fraude a la Hacienda Pública.
A pesar de todos los indicios probatorios, el señor Rubiales sugiere que todo parece indicar una persecución indiscriminada sufrida en su contra a cargo no sólo de las autoridades judiciales competentes sino, además, por parte de los distintos medios de comunicación nacionales y extranjeros. ¡Y en eso estamos!
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Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
