Al margen de mi propia honestidad. Si me tuviera que poner en lugar de cualquier capo de la mafia española del momento, jamás elegiría a ésta inepta triada de socialistas tan convencionales para llevar a cabo ni siquiera la tarea de simples correos en el seno de cualquier organización criminal a mi supuesto mando y destinada a cobrar de terceros miles de euros por obras públicas adjudicadas a conocidas empresas del sector como parece ser el caso que nos ocupa y del que los medios de comunicación se hacen tanto eco.
El reguero de pruebas encontradas por la UCO siguiendo el rastro en los teléfonos móviles, los pen-drives, los discos duros de los ordenadores, etc., etc., resultan tan apabullantes como evidentes; sobre todo si se tiene en cuenta el poco tiempo que les ha llevado a desentrañar la estrategia por la que se había inclinado el trío para lograr sus propósitos.
Hoy en día, el peor enemigo que pueda tener cualquiera que se encuentre al margen de la ley es su propio teléfono móvil. Antes de que existieran, siempre que la policía francesa comenzaba una investigación de características similares, los comisarios solían ordenar a sus agentes lo siguiente: Cherchez la femme. Hoy en día: Localizar el teléfono móvil o, en su defecto y como dicen los sudamericanos, el celular.
Sin escrúpulos, además de sin compasión ya no sólo por sus compañeros de partido sino también por el daño causado a sus afiliados y votantes, el “barriguitas” y el “pequeño” ni siquiera han tenido la mínima elegancia de entregar sus correspondientes actas de diputados mientras que por su parte, el “vasco”, ha hecho creer en última instancia que colaboraba con la UCO con la única esperanza de poder obtener una pena menor a su favor como colaborador necesario.
La conclusión a la que el propio Sánchez haya podido llegar nunca la sabremos con certeza. Aquellos que precisamente en su compañía recorrieran tantos kilómetros a través de la geografía española para alcanzar el puesto que hoy ocupa le han traicionado descaradamente porque, en mi modesta opinión, muy poca gente cree que él mismo pudiera estar implicado en el caso. Pero el dinero nunca cae del cielo.
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Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
