domingo, septiembre 8, 2024
InicioSELECCIONESEl privilegio de haber vivido con un hombre bueno

El privilegio de haber vivido con un hombre bueno

  • Un tipo alto, guapo y con buena facha. Simpático y educado. Listo y trabajador

Cuando vino a conocerme a Madrid hace más de cuarenta años no me gustó, pero yo a él sí. La fortuna estaba de mi lado. Gracias a su perseverancia pude descubrir la persona que era, y pronto fui consciente de la inmensa suerte que había tenido al conocerle.

Por encima de sus múltiples virtudes siempre destacaba por su bondad. No borraba la sonrisa de la expresión de su cara. Afable y amable hasta la extenuación.

A pesar de ser un hombre despistado y abstraído en su mundo, siempre estaba atento a las necesidades de los demás, dispuesto a echar una mano, a hacer un favor. Nunca buscó una excusa para no hacerlo. Ayudar a otros siempre fue su prioridad.

Cientos de personas acudieron a él durante años. Lo hacían tras recorrer una larga cadena de contactos hasta que uno dijera: “Yo conozco a Ramiro, yo conozco al doctor Rueda”. Hablar con un médico, acelerar una prueba, buscar posibles soluciones incluso en los casos más complicados…No importaba quién fuera o de qué se tratara, jamás dejó de ayudar a aquel que lo necesitara.

Jubilado desde hacía ocho años, no solo dejó su impronta profesional en el Laboratorio de Análisis Clínicos del Hula que dirigió durante seis años, sino que su amabilidad y deferencia se extendieron a todas aquellas personas con las que colaboró directa o indirectamente.

Su vida al margen de lo profesional fue una vida de total dedicación y entrega a los suyos. Casi cuarenta años casado “y con la misma mujer”, como decía su padre. Fue a Madrid a conocerme y allí nos casamos, trasladándonos a Lugo, su ciudad natal.

Tuvimos tres hijos, y a decir de quienes los conocen, coinciden siempre en que son buenas personas, igual que su padre.

Ayudar a mejorar la vida de su mujer, sus hijos, familiares y amigos fue, por encima de todo, su verdadera ilusión y el motor de su existencia.

Incluso la terrible y cruel enfermedad que sufrió sus últimos meses nos unió más si cabe. Agradeció cada momento y cada gesto, y aprovechó cada minuto para darnos su amor.

Ramiro, Eduardo y Miguel tienen ante sí un gigantesco reto: luchar día a día por asemejarse cada día más a su padre y llegar a ser unas excelentes personas.

Ramiro Rueda Rúa, una persona que pasó por este mundo haciendo el bien. Descansa en paz.

Paloma Fisac de Ron

 

Nota de Redacción: Desde Kiosco Insular queremos hacer llegar a nuestra amiga y colaboradora Paloma nuestro más sentido pésame, extensivo a su familia y todos aquellos que pudieron disfrutar de la bonomia de Ramiro Rueda Rúa.

Artículo anterior
Artículo siguiente
RELATED ARTICLES

El destino

Aspecto aniñado

4 COMENTARIOS

  1. Reciba mi más sentido pésame extensivo a sus hijos y familiares. Triste pérdida para la familia y la sociedad lucense.

  2. Le acompaño en el sentimiento, en su artículo se desprende el profundo amor que se profesaban.
    Maite Hdez.

Los comentarios están cerrados.

- Advertisment -spot_img

ÚLTIMAS PUBLICACIONES

Judicialización de la vida

El sinvergüenza