Análisis Crítico del Real Decreto 933/2021 y su Impacto en el Sector Turístico
En España, algunos sectores están empeñados en sacrificar la gallina de los huevos de oro que todos sabemos es el turismo. La regulación, control y fiscalización de cualquier sector siempre es necesaria pero siempre dentro de márgenes aceptables.
El Real Decreto 933/2021, de 26 de octubre, establece una serie de obligaciones para los titulares de actividades y servicios de hospedaje y alquiler de vehículos con el fin de “presuntamente” reforzar la seguridad y mejorar la colaboración entre los sectores implicados y las autoridades competentes. Nos venden este decreto como una respuesta a la creciente necesidad de garantizar la seguridad ciudadana, así como de prevenir actividades delictivas, como el terrorismo y el crimen organizado, en un contexto de creciente movilidad internacional.
Según se cuenta en el texto legal, éste se enmarca dentro de la legislación destinada a la protección del orden público, al requerir que las empresas del sector turístico compartan ciertos datos personales de sus clientes con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE). Uno de sus puntos clave es la obligatoriedad para los establecimientos de hospedaje y alquiler de vehículos de remitir información sobre sus clientes en tiempo real, y de garantizar la trazabilidad de las personas que utilizan estos servicios.
El objetivo principal es la identificación de los individuos para facilitar la prevención de delitos. Sin embargo, el decreto también introduce una serie de medidas de control que afectan de manera directa la operativa de las empresas del sector turístico, particularmente en términos de gestión de datos y cumplimiento normativo.
Al imponer nuevas responsabilidades sobre los negocios turísticos como el deber de recopilar, almacenar y transmitir información sensible de sus clientes a las autoridades de manera sistemática requiere la adaptación de sus infraestructuras tecnológicas, la implementación de sistemas de gestión de datos robustos y el cumplimiento de plazos estrictos para el envío de información.
Este proceso implica no solo una inversión considerable en tecnología, sino también la capacitación del personal, lo que supone una carga administrativa significativa, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes). Mientras que las grandes cadenas hoteleras pueden adaptarse con relativa facilidad, los pequeños establecimientos familiares pueden verse desbordados por la complejidad de los requisitos.
Protección de Datos
El sector turístico maneja una cantidad considerable de información personal, desde nombres y apellidos hasta documentos de identidad. La obligación de recopilar y transmitir estos datos a las autoridades plantea importantes preocupaciones en torno a la protección de la privacidad y el cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
En este sentido, el decreto ha sido criticado por los posibles conflictos que podrían surgir entre el deber de cumplir con las exigencias de seguridad y el respeto a los derechos de los usuarios en términos de privacidad. Aunque se subraya que las medidas están orientadas a mejorar la seguridad, los riesgos relacionados con posibles brechas de datos y el mal uso de la información son altos.
Esta nueva normativa podría tener un efecto disuasorio para ciertos turistas, preocupados por la protección de su privacidad y la cantidad de datos personales que deben facilitar al utilizar servicios de hospedaje o alquiler de vehículos en España. La percepción de ser vigilado o de que su información personal será compartida con las autoridades podría afectar negativamente la imagen del destino turístico, especialmente entre aquellos viajeros más sensibles a cuestiones de privacidad.
El Real Decreto 933/2021, de 26 de octubre, introduce una serie de obligaciones que, si bien quieren justificar desde una perspectiva de seguridad pública, plantean importantes desafíos para el sector turístico. La necesidad de cumplir con los requisitos de recopilación y transmisión de datos supone una carga adicional para las empresas, que ya están lidiando con las consecuencias de la pandemia y otros retos estructurales. Siempre quedan sin despejar las incógnitas sobre el tratamiento de nuestra privacidad. En España siempre surgen las dudas que puedan existir filtraciones interesadas, a las pruebas me remito.
Chief Executive Officer (Tourism Sector Company)