Esto es un drama. Más bien, un dramón. Lo miren como lo miren. Y lo peor, es que no tenemos culpa, aunque suframos las consecuencias. Bueno, ¿no tenemos culpa? En cierta forma, nosotros no los llamamos, vienen ellos; ¿Qué podemos hacer? No somos parte del problema, pero tenemos que ser parte de la solución. No nos queda otra. A mí se me asemeja a cuando tu vecina de arriba se le inunda la casa y te empieza a llover dentro de tu salón. Tú no has pedido que la vecina deje los grifos abiertos, pero el que tiene el salón inundado eres tú. Y tienes que solucionarlo. Vale que los seguros se harán cargo de ello, pero entre que vienen y tardan, el salón sigue lleno de agua.
La noticia es que más de 8.000 migrantes arribaron en cayucos y pateras a las Islas Canarias en la primera quincena de este mes. Lo que les digo, un drama. Si contamos desde que empezó el año, ya superamos los 25.000. Eso es más del 1% de la población de las Islas. ¿No les parece una barbaridad? Este desembarco que se está produciendo ya llega a valores del 2006, cuando se produjo la denominada “crisis de los cayucos”. Y, como dije antes, no podemos ponerle solución si vienen sin ser llamados y sin saber que aquí no hay infraestructura que lo aguante. Para que se acerquen al drama un poco más, en la Isla de El Hierro, este año; ya han llegado más de 4.000 ilegales, a un terreno de una población de 11.000 habitantes. Hablamos que, de cada dos herreños, llega un inmigrante.
Pero haciendo referencia al seguro, cuando te inundan la casa. ¿Qué seguro nos cubre la llegada de inmigrantes? En este caso el responsable civil subsidiario: La Unión Europea. Estos inmigrantes no vienen a Canarias por el sol, las playas y su gente tan encantadora; vienen buscando el sueño europeo. Ese que ven en las televisiones en sus aldeas empobrecidas y quieren vivir algún día. Es por esto que toda Europa debe ser solidaria en la carga que se está sufriendo en las islas. Si no se pueden repatriar a los inmigrantes a sus países de origen (porque nunca te dicen de dónde son, por ejemplo) hay que repartirlos entre todos. No todo el esfuerzo lo tienen que hacer los 16 guardias civiles que hay en la isla de El Hierro. Me imagino que están haciendo horas extras sin tino.