Mientras en el parlamento español, el diputado de Esquerra Republicana, señor Joan Tardà, trata de conminar a Pedro Sánchez a que intente que los puentes de diálogo aparentemente tendidos entre ellos no se rompan definitivamente en perjuicio de los intereses particulares que barajan los catalanes, los Mossos d´Esquadra, en vísperas del Consejo de Ministros que ha de celebrarse el próximo viernes día 21 de Diciembre en la Llotja de Barcelona, se manifiestan hoy en favor de conseguir unas mejoras salariales cuyas pretensiones no han convencido a los representantes de la Consellería d´Interior de la Generalitat de Catalunya, por cuyo motivo se han roto las negociaciones entre las partes implicadas.
Volviendo a las exigencias pretendidas por PDeCat y Esquerra Republicana en su interés de no romper los puentes que hasta ahora parecían tendidos en beneficio, según ellos, tanto de independentistas como del Gobierno de Pedro Sánchez, habría que estudiar muy a fondo la naturaleza de sus propias estructuras, habida cuenta de los distintos modelos de puentes que según los ingenieros se adecúan a las distintas exigencias para los que fueron construidos. A saber; puente de arco, viga, de armadura, voladizo, colgantes, atirantados.
Tales características de los puentes mentados no parecen ser, por todo lo que se adivina, suficientes ni idóneas para establecer una firme conexión que facilite un acercamiento entre las partes implicadas y cuyos acuerdos, -si como según parece-, no se alcanzaren, afectaría de manera muy nefasta al resultado que cabría esperar por el Gobierno en relación a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado que tanto preocupa al partido socialista para tratar de mantenerse en el poder.
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Sin embargo y pese a todo, aún queda por probar otro puente. Aquel a cuya fortaleza sólo se puede acceder a través de él, siempre y cuando sus moradores lo permitan, dependiendo de las condiciones de negociación establecidas de antemano con los intrusos del exterior. Se trata del llamado puente levadizo que da acceso al interior una vez aceptadas las condiciones y después de tenderlo lentamente sobre el sombrío foso que circunda la fortificación en cuyo interior se guarda un ejemplar de la Constitución aceptada por todos los de dentro.
Si a criterio de los más desconfiados se decidiera a, de momento, no tenderlo sobre el mencionado foso, habría que albergar la preocupación de no facilitarles ninguna argucia susceptible de ser empleada por los forasteros y tenerla suficientemente en cuenta para tratar de no caer en el engaño. Se tiene, sin embargo, la suerte de conocer por la historia que no podrían recurrir a que alguien caiga en la tentación de querer introducir en el recinto amurallado un nuevo Caballo de Troya abandonado como regalo, luego de haber hecho creer a sus moradores que han terminado abortando pacíficamente yen silencio el largo asedio al que fueron sometidos desde aquel 1º de Octubre de 2017 que nadie ha olvidado todavía.
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