La visita del tan discutido -por su deplorable extravagancia- Presidente de Argentina, Milei, a nuestro país, ha tomado cuerpo en el recibimiento oficioso ofrecido por el sr. Abascal, presidente del partido Vox, aquí en España, anticipándole su grata bienvenida en loor de multitudes por el reconocimiento que de él tiene el líder de la extrema derecha española, y cuya intervención en el acto celebrado en Vistalegre el pasado domingo habría despertado el enorme interés de los medios de comunicación por conocer en directo las prerrogativas formuladas en la defensa de su política económica y social como la que pretende llevar a cabo en su país de origen en detrimento de las clases sociales más desfavorecidas.
Entre otras cosas, el propio Milei reconoce haber sido un ser despreciable. Y en referencia a Abascal, –Milei dixit “Cuando yo era un ser despreciable el único que me abrazó fue él”. De ello se desprende que el Presidente de Vox sentía una profunda predilección por los indeseables como él, de manera que cabe pensar que Abascal fuera también entonces otro despreciable en desamparo.
Sin embargo, Milei, en su propia defensa, argumenta haberse sentido el primer insultado por el ministro de Transportes español, Óscar Puente, cuando éste insinuara la dependencia de estupefacientes por la que supuestamente atravesaba el Presidente de Argentina a tenor de sus estrambóticas declaraciones gesticulantes llevadas a cabo en sus frecuentes apariciones públicas.
Desde un punto de vista sutil y diplomático ello no fue óbice como para insinuar descaradamente, desde el interior del país que visitas, pretendidas irregularidades de carácter económico llevadas a cabo por la esposa del Presidente en cuestión, máxime cuando ninguno de los dos se ha dirigido a él en términos parecidos.
Resulta muy difícil distinguir cuánto hay de honestidad en la persona de tan siniestro personaje sin hacernos siquiera una idea del papel que puedan jugar en su favor su querida hermana y sus misteriosos perros clonados que, al parecer, también les sirven de médiums para comunicarse con su amado consejero canino recientemente fallecido.
En su caso y desde mi punto de vista, lo mejor que hasta ahora ha podido demostrar es el amor que aparentemente siente por los animales; pero no por los de su especie.
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Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes
