Tal y como están las cosas es preferible esperar a que sus señorías finalicen sus vacaciones para tratar de hacerme una composición de lugar sobre las opciones que puedan tener los candidatos a la presidencia de la nación pretendida por ambos.
Por muchas razones, entre las que se encuentra el desprecio que sobre todo siento desde siempre por la derecha española, me atrevo a afirmar que Pedro Sánchez reúne mejores condiciones para gobernar que Alberto Núñez Feijóo, habida cuenta de ese otro rechazo coincidente que muestran por el Partido Popular muchos otros partidos españoles. Por lo tanto, las posibilidades del PSOE parecen superiores a tenor del interés que también despierta, sobre todo, Junts per Catalunya, además de Coalición Canaria, en formar ambos un gobierno de coalición con el todavía presidente en funciones y al que se sumarían Esquerra Republicana y Bildu.
Desde Waterloo, el señor Puigdemont estaría dispuesto, aunque no se sabe aún a qué precio, a formar parte de ese nuevo gobierno de coalición del que no se fían ni un pelo PP ni Vox, respectivamente, habida cuenta de las supuestas exigencias que se esperan del catalán en organizar un referéndum para Cataluña si llegara el caso. Supongo que Sánchez, que no es ni siquiera idiota, debe guardarse todavía algún as en la manga con el que asegurarse la jugada política que baraja y que esconde hábilmente bajo el tapete.
Mientras tanto, se sabe que el señor Feijóo ha mantenido un contacto epistolar con Sánchez instándole a una reunión de índole estrictamente política para sentar las bases de una supuesta reconciliación, encaminada, -con toda seguridad-, a compartir la presidencia del Estado de forma conjunta estos próximos cuatro años, a razón, como se especuló en un principio, de dos años cada uno.
Espero y deseo que esta última propuesta no se lleve a cabo por mi propio bien, aunque suene a egoísmo por mi parte. En cualquier caso, tampoco creo que sea el deseo de la mayoría de españoles.
zoilolopez@gmail.com
Licenciado en Historia del Arte y Bellas Artes